A pesar de la crisis, optimismo

Locales | 15 Mar Una inversión de más de un millón de dólares le permitirá al Frigorífico Casa Blanca aumentar su capacidad de frío a casi el doble, permitiéndole faenar a diario y paralelamente ahorrando unos 7.000 dólares mensuales por consumo de energía eléctrica al cambiar el sistema de compra a UTE.
Se trata de la instalación de dos nuevas cámaras de frío que habilitarán multiplicar la cantidad de carne en maduración, y la renegociación de compra de energía eléctrica a UTE pasando de bajo voltaje a alto. La empresa sanducera, que mueve anualmente más de 60 millones de dólares a nivel bancario, hará las inversiones con capital propio.
“Enfrentamos esta crisis con algo de optimismo”, dijo su director Eugenio Schneider, resumiendo la política que está aplicando.
Actualmente hay una carga autorizada de consumo de 500 kilovatios, y se pasará a 800, cambiando además el sistema de compra, que en lugar de 220 voltios será en 30.000 V, comprándole a UTE el transformador ya colocado “a un precio bastante módico, pero vamos a tener que poner otro porque aumenta la potencia instalada”, dijo Schneider, asegurando que la inversión se recupera “en muy poco tiempo, así que va a resultar en un ahorro”. En este negocio se invertirán unos 100.000 dólares, lo que permitirá reducir el costo de la tarifa en unos 7.000 dólares mensuales, de los 30.000 que se gastan actualmente.
Otra de las inversiones “menores” que se hacen está vinculada a la nueva usina. “Tenemos una que es del frigorífico nacional, un edificio precioso, grande, que era moderno en 1947”. Una parte será trasladada al lado sur de la planta, ya que “todas las nuevas instalaciones de producción de frío estarán arriba, más cerca de las cámaras y con menos caños de amoníaco para evitar pérdidas y abaratar costos”. Explicó que “sin sacar aquella usina, pondremos otra más acá, con modelos más automáticos aprovechando la tecnología más moderna”. Esa inversión superará también los 100.000 dólares, y la empresa recibió tres cotizaciones para el trabajo.
Una usina como la que menciona Schneider “está compuesta básicamente por evaporadores, condensadores y compresores, que van a ser de tornillos por más eficientes al ser regulables”.
AUMENTO DE FAENA
Pero la inversión principal, de varias centenas de miles de dólares, está dada por las dos nuevas cámaras de enfriamiento que se están colocando, las que “nos permiten aumentar en un 70 por ciento la faena”, explicó Schneider. Es que actualmente la planta tiene cinco cámaras de frío --cuatro para 90 cabezas y una para 120-- que son utilizadas para la “maduración” de la carne durante 36 horas, una exigencia de Estados Unidos para habilitar la exportación.
“Las 36 horas después que se cerró la puerta, significa 44 porque hay ocho horas de faena, y se está cargando la cámara. Pero la norma exige que se cierra la puerta para la maduración de la carne y durante 36 horas los controles son informáticos”.
Explicó que esa exigencia es dada la autorización “tan especial que tiene Uruguay ante Estados Unidos, el único país que le puede vender vacunando el ganado contra la aftosa, no hay otro en el mundo”. Sin embargo esa concesión es “a cambio de las 36 horas de maduración, que a nosotros nos ocupa prácticamente dos días”.
Sin embargo, Schneider afirmó que “con estas cámaras nuevas, que pensamos que en mayo estarán funcionando, nos cambia totalmente el trabajo”.
Con el nuevo equipamiento de frío, el frigorífico va a quedar con una capacidad de faena instalada de unas dos mil cabezas semanales --siempre que haya ganado-- lo que son más de 100.000 cabezas anuales, contra las entre 50.000 y 60.000 que se faenan actualmente.
MÁS TRABAJADORES
También la nueva realidad funcional demandará más personal. Solamente en la planta, el frigorífico Casa Blanca tiene unos 350 trabajadores, y en Paysandú, con las carnicerías y la oficina, otros 70. Pero en la planta, y gracias a la mayor capacidad de enfriado, Fricasa tendrá más de 400 obreros.
“Vamos a faenar todos los días, así que la gente que hoy faena un día y al otro desosa, va a estar solamente para faenar, y para el desosado hay que tomar gente”. Aclaró que el espacio físico, tanto para faena como para desosado, “ya están y se usan”.