HISTORIA:1886

Locales | 16 Mar Una broma realmente “sangrienta” fue la que un vecino del puerto sanducero le hizo al capitán de un buque que se encontraba amarrado en nuestras costas.
“El Paysandú” , en su edición del miércoles 3 de noviembre de 1886 relata el hecho de la siguiente manera: “Se nos narra lo siguiente: Un patrón de buque que se halla en esta localidad, pidió a un vecino del puerto que escribiera en su nombre una carta a su señora que reside en Buenos Aires, diciéndole que tal día levaría anclas y se pondría en camino con destino al puerto de aquella ciudad”.
“El vecino aludido, en vez de lo manifestado escribió en la carta que el patrón del buque referido no podía hallarse tal día en Buenos Aires, a causa de hallarse preso, pues había sido sorprendido en in fraganti delito de… adulterio”.
“Aquí fue la Troya! La esposa del marino abandona sus hijos, y se lanza desde Buenos Aires a esta ciudad en busca de su esposo”.
“Llega al Hotel del Vapor, pregunta por su consorte y al contestársele que se hallaba en su cuarto, corre esta, loca de contento, gritando repetidas veces: ‘¡Ya lo pusieron en libertad, Ya lo pusieron en libertad!’”.
“Figúrense nuestros lectores cual no sería la sorpresa del patrón del buque al que nos referimos al ver a su esposa, que él creía en Buenos Aires, y sobre todo al darse cuenta que ella lo juzgaba preso por el delito de …¡Ave María Purísima!”.
“Epílogo: el marino exige ahora al ‘bromista’ el pago de gastos de viaje, etc., etc., so pena de poner el hecho en conocimiento de la autoridad”.
“¡Sopla!”