Opinion | 16 Mar El Ministerio de Salud trabaja para instrumentar que el examen de creatinina en sangre sea incluido en el Carné de Salud, con el objetivo de detectar en forma precoz una insuficiencia renal y así tratar y evitar que la persona deba dializarse o someterse a un transplante.
En nuestro país 220.000 personas sufren de algún grado de enfermedad renal crónica, de las cuales 2.870 se realizan hemodiálisis --tres veces a la semana-- y diálisis peritoneal --un día a la semana efectuando el procedimiento de 3 a 5 veces en 24 horas--. Además de los efectos secundarios que ocasionan estos tratamientos en los pacientes pero que les permite continuar viviendo, generan un costo de unos 3.250.000 de dólares mensuales, que es financiado por el Fondo Nacional de Recursos. La otra opción es el trasplante. El año pasado, 127 personas recibieron un transplante de riñón. Lo alarmante es que esta enfermedad es silenciosa, pues cuando aparecen los síntomas ya está avanzada. De hecho, el 6,7% de la población de más de 20 años tiene alguna forma de enfermedad renal sin saberlo. Por esa razón se hace necesario instrumentar la detección precoz. Y para ello se debe realizar un análisis de orina o de sangre para conocer los niveles de creatinina, que permiten detectar precozmente una falla renal.
“No es complejo de instrumentar porque es un examen que no exige complejidad de laboratorio y hay una práctica nacional muy amplia al respecto”, dijo el subdirector general de la Salud, Gilberto Ríos, al diario “El País”.
También es fundamental que la población conozca los factores de riesgo de esta enfermedad, a fin de que pueda ser tratada a tiempo. Estos factores son la hipertensión arterial, la diabetes y la obstrucción urinaria.
La responsabilidad recae en cada uno de nosotros. Para no sufrir una enfermedad renal crónica es fundamental llevar una vida sana --evitar el sobrepeso y el consumo de alcohol y tabaco-- y, si se padece diabetes o hipertensión arterial, respetar las indicaciones médicas.