Locales | 20 Mar La creación del bachillerato en la Escuela Agraria de Guaviyú abre sin dudas otro espectro a los jóvenes de la zona, que con gran expectativa aguardaban esa posibilidad de continuar estudiando.
El martes presentaron los cursos de Educación Media Tecnológica Agraria, equivalentes a cuarto, quinto y sexto años de bachillerato, pero con orientación agraria, que permite a todos los que terminaron tercer año liceal continuar sus estudios en el ámbito rural.
La instrumentación correspondió al Consejo de Educación Técnico Profesional y colaboraron técnicos de la Intendencia de Paysandú y la Junta Local de Quebracho. La ingeniera agrónoma Natalia Teyza dijo a EL TELEGRAFO que “este proyecto lleva un tiempo considerable de trabajo previo y comenzó a cobrar vida en noviembre de 2008. El director nacional del CETP, Wilson Netto, apoyó la solicitud, que contó a la vez con la colaboración del ex director de descentralización de la IDP, Guillermo Caraballo”, agregó.
La demanda inicial fue de cincuenta alumnos, pero la realidad obligó a reducir el número original y quedaron inscriptos unos veinte. Luego de la charla de bienvenida y de explicar a padres y alumnos los puntos fundamentales de los cursos, el director del centro docente, ingeniero agrónomo Pablo Santana explicó que “el origen surge a raíz de la propia solicitud de los padres de los mismos gurises que ya concurren a la Escuela Agraria, quienes al terminar el tercer año no tenían posibilidades de continuar con sus estudios allí.  Se trata de Educación Media Tecnológica con orientación específica básica. Ante este nuevo desafío es importante destacar el apoyo de la intendencia de Paysandú --a través de la junta local de Quebracho-- y del Plan Urbanístico de la villa que articula la ingeniera Natalia Teyza, quien tiene a su cargo la coordinación de ciertos trabajos que van más allá de señalizar y ponerle nombres a las calles. Ella está encarando un trabajo social muy fuerte que apunta a la salud, saneamiento, comunidad y por supuesto educación. “Es un apoyo significativo de varias partes, porque de otro modo no lo hubiéramos podido hacer”, subrayó el director. “Además, hay que agregarle la posibilidad de conseguir un micro para el traslado e ingreso de los gurises, que viajan desde otros lados, ya que ellos no vienen a la escuela en régimen de internado”.
“Los chicos tienen 40 horas semanales de martes a viernes, por tres años, lo que los habilita a continuar con cursos en la Universidad de la República, facultades de Agronomía y Veterinaria, o con cursos terciarios que tiene la UTU, concretamente en la Escuela Agraria La Carolina, Escuela Agraria El Colorado en enología y Escuela Agraria de Colonia Suiza en Colonia”.
Santana destacó que “la demanda original para estos cursos eran los egresados de tercer año, aproximadamente unos cincuenta gurises. Se complicó con el alojamiento, ya que el espacio físico en la escuela es limitado, y al plantearse el traslado aparecieron costos muy importantes, debiendo atender un radio de 60 kilómetros, con un costo de boleto más importante. Esos chicos optaron por continuar con otros estudios que les quedaran más cerca. Hoy el programa comienza con 20 alumnos y un plantel de 10 docentes que ya eligieron sus horas en febrero”, finalizó.