Opinion | 22 Mar Al conmemorarse hoy el Día Mundial del Agua, diversos organismos nacionales, regionales e internacionales vinculados a la temática difundieron comunicados de prensa en los que, además de enfatizar en la importancia de este recurso natural básico para la sobrevivencia humana y planetaria, exhortan a cuidarlo.
Actualmente hay más de 31 países en el mundo con graves problemas de escasez de agua y son más de 1.000 millones las personas que no tienen agua potable para beber.
En nuestro país, más del 90% de la población tiene garantizada el agua potable a través de la red de saneamiento y el agua dulce constituye uno de nuestros recursos naturales más importantes.
No por ello debemos derrocharla o descuidar la calidad del recurso hídrico. La Comisión Administradora del Río Uruguay, organismo Internacional con el cometido de establecer los mecanismos necesarios para el óptimo y racional aprovechamiento del Río Uruguay adhirió --a través de un comunicado firmado por su presidente, el argentino Hernán Orduna y el vicepresidente, delegado uruguayo Eugenio Lorenzo-- a la celebración de esta fecha y recordó que el tema seleccionado para este año es “Los recursos hídricos transfronterizos”.
“Debemos ser conscientes de que en particular el tema seleccionado para la celebración de este año supone tanto un reto, como una posibilidad ya que la cooperación y coordinación resultan fundamentales para dar respuestas a las cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos hídricos transfronterizos. Aunemos esfuerzos de manera de potenciar la capacidad de elaborar planes y estrategias conjuntas que mejoren la calidad de vida de los habitantes de Argentina y Uruguay”, dice el comunicado de CARU.
Y resulta paradójica esta excelente declaración de intenciones con la inacción del organismo binacional --debido al conflicto por la planta de Botnia-- en cuestiones que son de su estricta competencia, como es el contralor de la calidad del agua del río Uruguay. En este sentido, el Programa de Control de la Contaminación (Procon) que se realizaba desde 1987 fue interrumpido hace casi tres años, como consecuencia del referido conflicto.
¿No será hora de superar el discurso y salir del punto muerto en que se encuentran varias de las tareas históricas de la CARU, para trabajar en serio por la calidad de vida de los habitantes de la cuenca del río Uruguay?