Locales | 22 Mar No más despojos al Hospital Escuela
El jueves 3 de agosto de 2006, con la elocuencia de sus acostumbradas notas gráficas, EL TELEGRAFO sorprendía a nuestros vecinos denunciando que el Ministerio de Salud Pública se llevaba el aparato litotriptor para el Hospital Maciel, donde se había instalado el primer Centro de Litotricia (y quizá por olvido -agrego yo- recién reparaban en la necesidad de esa máquina, que es lo único necesario para la emergencia).
A esta altura conviene aclarar que los sanduceros aguardábamos que (algún día) ese Centro de Litotricia estatal se montara en el Interior, concretamente en Paysandú.
Cuando el 28 de agosto de ese mismo año llevamos el tema a la Junta Departamental calificándolo de “despojo”, el propio MSP aclaró que el litotriptor había sido llevado “prestado” y que tan pronto se hiciese el llamado a licitación para adquirir uno nuevo para el Maciel, lo iban a devolver (¿está claro?).
A partir de entonces, en mi calidad de edil, pasado un tiempo prudencial insistí en que se hiciera efectiva la devolución. Los ediles del oficialismo y alguno de “afuera”, molesto por la insistencia hablan que fueron seis veces, y yo le aseguro que van a ser 7 o 10 veces más en que defendiendo a Paysandú voy a seguir refiriéndome al tema (les guste o no les guste).
Ahora sucede que no hablan más de devolución y atendiendo a observaciones de alguna dependencia de Salud Pública, que mencionan lo oneroso que resultaría montar el Centro de Litotricia en Paysandú, prefieren mantenerlo solo en Montevideo como si allá las cosas les resultasen regaladas. Dicen que poco más de una docena de pacientes reciben el tratamiento del litotriptor, como si existiera solo esa cifra mentirosa e irritante de enfermos de cálculos renales en todo el territorio nacional y que obligadamente deben tratarse en Montevideo. ¿Pero es que nos siguen considerando “indios ignorantes del interior” a los que se les puede responder cualquier cosa?
Acaso la ignorancia corra por cuenta de alguno de los “oficialistas” que, ensayando una burda defensa de lo indefendible, aunque se destiña como localista, llegue a afirmar, como lo hizo el jefe de personal del Hospital Escuela del Litoral (también edil) que la litotricia sirve para dejar “moretones” en el cuerpo del paciente y que es preferible andar a caballo para eliminar los cálculos renales.
Ahora me queda el temor de que la influencia del señor edil, que tuvo la osadía de usurpar la palabra de la propia ministra (para asegurarnos que no devolverán el aparato porque ya está todo laudado), llegue a tal grado de poder en el Frente Amplio que desde allá nos manden por devolución una “caballada”.
Pensar que mientras tanto otro sanducero, el Dr. Gilberto Chéchile Tognola, como jefe de urología en Barcelona y en Madrid, desde hace casi 25 años es reconocido en todo el mundo por su especialidad en litotricia.
Frente a casos como éstos uno alcanza a comprender a los que dicen que las “comparaciones son odiosas”.
Rubens Walter Francolino
Lista 8 del Partido Nacional