Locales | 20 Mar Amasar el pan de cada día es una costumbre propia de la gente de campo. A efectos de mejorar la técnica de elaboración del producto, el maestro de panaderos Jorge Leites --perteneciente al Sindicato Único de Obreros Panaderos y Afines filial Paysandú-- dictó un taller de panificación --con apoyo del Presupuesto participativo-- dictado en el salón comunal de La Tentación para una docena de personas.
“Este tipo de capacitaciones va más allá de las técnicas que el destinatario pueda aprender. Estos talleres persiguen un fin social. Los habitantes de estas pequeñas poblaciones pueden aprender ciertas técnicas que se utilizan para fortalecer las rutinas diarias, como la de cocinar un alimento casero y así mejorar su alimentación personal”.
“En este caso se trató de acercar ciertas herramientas que permiten mejorar los productos manufacturados. Pero nos encontramos con la sorpresa en la que los participantes ya tenían cierto dominio en la elaboración de estos alimentos. Además de orientar a los destinatarios en el manejo de los recursos y materias primas, avanzamos en la elaboración de pan casero, pastas frescas, panes de Viena y bizcochos”, dijo.
Dado que este tipo de actividades sacude la monotonía de los sitios adonde llega, el entusiasmo fue el principal ingrediente. Y fue contagioso, porque el grupo presentó al Ministerio de Desarrollo Social un proyecto para poner en funcionamiento una panificadora en el pueblo.