Opinion | 23 Mar La decisión del gobierno de revocar el permiso para que la empresa Telmex brinde el servicio de televisión satelital generó una polémica. El argumento oficial para anular la autorización que tenía la firma del millonario mexicano Carlos Slim es que todavía no hay una política en telecomunicaciones. Se la está elaborando en el marco del Plan Cardales, que proporcionará información, entretenimientos, acceso a Internet y televisión para abonados mediante el subsidio de tarifas a los hogares de bajos recursos.
Telmex obtuvo la licencia para ofrecer el servicio de televisión satelital en octubre pasado, sin embargo, tres meses después el Poder Ejecutivo revocó el permiso por entender que en la actualidad “no se ha culminado el proceso de la política nacional de telecomunicaciones, en el cual cumple un rol preponderante el Plan Cardales”, según la resolución del Ministerio de Industria.
El precio del servicio que podría ofrecer Telmex es uno de sus mayores atractivos teniendo en cuenta las tarifas que cobran los demás operadores de cable en el país. En principio se maneja lanzar un plan económico con un paquete de 35 señales internacionales a $300 mensuales. El costo de instalación rondaría los $500.
“Nos preocupa que haya diferencias en cuanto a que un organismo que es competente en la materia como la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) realice una adjudicación y que después que se cumplen todos los requisitos legales, eso se revoque”, señaló a “El País” José Pedro Derrégibus, presidente de la Cámara de las Telecomunicaciones del Uruguay, que pidió una entrevista al presidente Tabaré Vázquez.
Esta situación deja entrever que la actual administración –--tras cuatro años de asumir-- no tiene definida su política en telecomunicaciones, lo que la lleva a tomar algunas decisiones y tiempo después dar marcha atrás, ocasionando pérdidas a privados, más allá de que sean nacionales o extranjeros.
Además, que la falta de competencia en algunas áreas continúa afectando a los consumidores, que carecen de opciones a la hora de elegir. Y como para muestra basta un botón, esto se puede apreciar en el caso de la telefonía celular, donde la existencia de tres compañías (Antel, Claro y Movistar) ha permitido a los usuarios elegir la oferta técnica y económica que les resulte más conveniente.