Paysandú, Viernes 27 de Marzo de 2009

“Difícil de medir” con cuanto se llega al 0,3 de alcohol en la sangre

Locales | 24 Mar Si bien se ha fijado en 0,3 gramos por litro el máximo permitido de alcohol en la sangre para conducir, el consumo para llegar a este nivel varía con cada persona, aunque se trata evidentemente de una restricción que promedialmente no debería pasar de un vaso, dependiendo de la bebida de que se trate. Respecto a la reducción del nivel de alcohol autorizado en la sangre, manifestó el director Carlos Fábregas que “internacionalmente se estima que con 0,3 ya hay alguna alteración suficiente para incorporar factor de riesgo adicional al tránsito, por comportamiento y reflejos. Tenemos por un lado que el conductor ya tiene más audacia, más inconciencia ante el peligro pero a la vez aunque sea una persona tranquila, que no tenga este tipo de comportamiento. puede afectar también los reflejos”.
“A partir de 0,3 ya hay alteraciones, puede afectar la velocidad de reacción, en el momento de un cruce con  un vehículo, de que aparezca un obstáculo imprevisto, una persona, etc, que debe maniobrarse en fracciones de segundo. Y si los reflejos están mínimamente  alterados, ya una actividad ya de por sí riesgosa como es el conducir, lleva a una menor velocidad de reacción. El principio es que no se debe tomar nada cuando se maneja, lo que rige también naturalmente para drogas, calmantes, tranquilizantes, y también estimulantes”. Amplió el  director que “se da un margen porque es normal que así ocurra, y solamente a los choferes profesionales se les exige cero”.
Precisamente con relación a los efectos de la medicación, como tranquilizantes, expuso Fábregas que “una persona medicada puede estar más afectada que las personas que han ingerido alcohol, por ejemplo. Es bastante común encontrar personas que toman algo que les produce somnolencia, y no se sienten bien, y de repente salen a manejar para llevar un chiquilín al colegio, a su trabajo, etc. No estamos hablando de personas bebedoras ni que consumen droga por hábito, sino de una medicación”.
“Esto aumenta las posibilidades de accidente, porque no estamos diciendo que este conductor vaya a chocar, sino que incrementa las chances de incurrir en un siniestro, porque es factor de riesgo”, precisó el entevistado.


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