Opinion | 29 Mar La Corte Electoral emitió una comunicación a todos los ciudadanos que tengan 18 años o que los cumplirán hasta el 9 de mayo de 2010, recordando la obligatoriedad de obtener su credencial cívica. En todo el país las oficinas trabajan de 9 a 19 y el trámite se hará incluso en semana de turismo. El plazo definitivo para obtener el documento por primera vez como para realizar traslados departamentales vencerá el 15 de abril.
La credencial cívica es el único documento que acredita identidad en el acto de comparecer ante las comisiones receptoras de votos en las elecciones nacionales, departamentales, internas de los partidos políticos, plebiscitos y referéndum. Por eso la importancia que tiene gestionar dicho documento debería ser algo asumido por las familias, pero según estimaciones aún hay muchos jóvenes en estas condiciones que no hicieron el trámite. Pese a tratarse de una gestión sencilla y que desde que pasó la última elección nacional está abierto el período para inscribirse, es posible aventurar que a último momento se complicará la situación a causa de la concentración de quienes deben concretar su inscripción. Por ello, para evitar la reiteración de inconvenientes registrados en años anteriores es que responsables del organismo pidieron especialmente no esperar hasta último momento. Dejar para último momento resulta ser una costumbre que algunos hasta consideran pintoresca y representantiva de ser uruguayo, pero lamentablemente es una postura que da cuenta clara de la irresponsabilidad ciudadana. En este caso particular y porque desde el nacimiento se sabe cuándo se cumplirán los 18 años, el “dejar para después” es una evidencia más del escaso compromiso y la pobre valoración a los deberes cívicos y morales. Las razones que motivan dichas actitudes serán objeto de estudio de las ciencias sociales y políticas, pero la actitud es al menos para señalar.