Opinion | 25 Mar Actualmente se encuentra a estudio de la comisión, en la Junta Departamental, el proyecto de instalación de un puerto en Casa Blanca, con el fin de determinar si el emprendimiento amerita ser considerado de interés departamental, como propone el Ejecutivo sanducero. Este proyecto fue presentado durante la administración Lamas y cuenta con el correspondiente estudio de factibilidad que en su momento fuera solventado por la comuna local.
El punto es que --más allá de los importantes avances en la recuperación del puerto de la ciudad de Paysandú y el dragado de los pasos de Almirón-- Casa Blanca presenta infinitas ventajas por encontrarse en una zona de barrancos, justo frente a los pasos problemáticos de la canal que comunica con Paysandú y con profundidad de sobra para maniobrar buques de gran calado. De esta forma se podría contar con un puerto de ultramar a tan solo 15 kilómetros de la ciudad, que sería el complemento ideal para la terminal local, a la cual llegarían cargueros de menor porte, tal como se pretende lograr una vez abiertos los canales de navegación.
De concretarse la aspiración del Ejecutivo departamental, a través de Casa Blanca Paysandú podría tener salida directa al océano con buques de ultramar, mientras que las cargas que requirieran los servicios de otras terminales, como Montevideo o Buenos Aires, podrían trasladarse hacia el norte en embarcaciones de menor porte. Por otra parte, seguiría operando aún cuando el puerto sanducero estuviera bajo agua durante una creciente, por lo que el acceso de las mercaderías estaría asegurado.
Sin embargo, quizás el aspecto más interesante sea el bajo costo operativo de esta terminal, dado que no requiere de dragado para llegar hasta Concepción del Uruguay --actualmente el último puerto de ultramar al norte del río Uruguay-- con embarcaciones de similares características a las que operan en esa ciudad. Asimismo, la topografía de la costa es óptima para la construcción de un puerto sin necesidad de grandes inversiones, incluso quizás más barato que el dragado de los pasos de la canal de Casa Blanca.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, al estar asentado en una zona rural, no existen problemas de espacio para acumular infinitas cargas, algo para lo que en Paysandú se encuentran serias dificultades. Por todo esto, habría que encontrar la manera de financiar tal emprendimiento.