Deportes | 30 Mar No hay demasiado tiempo para festejar. La victoria de Uruguay sobre la selección de Paraguay fue por demás importante teniendo en cuenta que le permite mantenerse en el quinto puesto de las posiciones, pero la lectura se extiende no solo a la tabla.
Porque los orientados por Oscar Tabárez cortaron una racha de tres partidos sin conocer la victoria, un handicap demasiado importante que se había dado en este torneo en el que sumar de a tres se hace fundamental, sobre todo cuando las posiciones aparecen tan apretadas en la tabla.
Es cierto, hoy el Mundial 2010 está igual de cerca que tras la fecha anterior, pero la victoria ante los guaraníes brindó la chance no solo de mantenerse a tiro sino de levantar el ánimo pensando en lo que se viene. Más todavía cuando una fecha está separada de otra por tan solo días.
Por eso, Uruguay afrontará el choque ante Chile, el miércoles en Santiago, con otro semblante, con la seguridad de que puede sumar después de haber bajado al líder, aunque está claro que a esta altura ya no puede darse el lujo de mantener aquello de que jugando afuera pueden ser varios los partidos que no se anotan en el presupuesto inicial. Porque Chile, por ejemplo, sigue dándose el lujo de ganar de visita.
El sábado, los celestes alcanzaron además un rendimiento más cercano a lo que se puede pretender de un equipo que tiene aspiraciones de retornar a una cita mundialista. Fueron los últimos 30 minutos de la primera etapa en los que Uruguay hizo la diferencia en el juego en materia ofensiva, aunque a lo largo de todo el partido les quitó a los guaraníes la receta de presionar en todos los sectores de la cancha. Paraguay ya pasó, y el objetivo de bajar al líder se cumplió sin sufrimientos. Hay que hacer borrón y cuenta nueva porque ahora se viene Chile de visita, y el desafío no parece fácil. Pero tampoco imposible.