Opinion | 30 Mar Existen otras madres. Las que si bien no tienen relación sanguínea, son madres de niños que no han recibido el amor y los cuidados necesarios para crecer sanos, tanto física como psicológicamente. Ellas hacen un trabajo que va mucho más allá de eso, porque logran cambiar vidas.
La organización no gubernamental Aldeas Infantiles SOS de Uruguay busca a mujeres dispuestas a convertirse en “madres sociales”, y asumir el cuidado y educación de niños que no pueden ser atendidos por sus familias. Con 14 casas en Montevideo, 16 en Florida y 13 en Salto, Aldeas Infantiles SOS de Uruguay se hace cargo de más de 340 niños y “acompaña” a los más de cien jóvenes que se independizaron de estos hogares en los últimos dos años, explicó el director de la ONG en Montevideo, Álvaro Vignola.
Por otra parte, el área Alternativa Familiar del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay propone “madres sustitutas” --aunque es una labor que afronta toda una familia-- para niños que son retirados de sus hogares debido a la falta de cuidados de sus progenitores. Llegan a los brazos de estas “madres”, niños y adolescentes desnutridos, enfermos y maltratados de diferentes maneras. En ambos casos, la labor de estas mujeres no constituye un voluntariado, sino un trabajo. Sin embargo, es mucho más que eso. Ellas enfrentan con tesón las dificultades de tener a su cargo menores de todas las edades y procedencias, en muchos con dolorosas historias. Y se ocupan de cuidarlos física y emocionalmente.
Pero lamentablemente, en muchos casos su labor no es valorada como debería ser. Como es el caso de las cerca de 400 madres de Alternativa Familiar de todo el país, que no son reconocidas como funcionarias de INAU, a pesar de que el instituto paga retribuciones --que no ascienden a un salario mínimo-- y los aportes correspondientes a la previsión social.
¿No será hora de que las autoridades regularicen su situación, reconociendo la importante labor que desempeñan estas mujeres y propiciando así que otras acepten tal responsabilidad y desafío?