Carlos Duré, de la empresa organizadora

Locales | 07 Abr Los puestos de venta en el predio ferial de la Semana de la Cerveza “están prácticamente todos vendidos”, y los precios van desde los $ 8.000 por un estand hasta unos $ 70.000 por un lugar en la plaza de comidas durante los nueve días de la fiesta, aunque “tienen distintos servicios y equipamiento”, dijo a EL TELEGRAFO Carlos Duré, integrante de la empresa organizadora.
Señaló que de los 112 pabellones que se armaron, hay algunos destinados a los artesanos de Paysandú “que no tienen costo para ellos”, para los comerciantes sanduceros el costo es de $ 8.000, y los que no son locales, deben pagar $ 8.500. Los aleros, que son aproximadamente medio estand y quedan entre dos de los grandes, “valen $ 3.000 y $ 3.500”. Duré afirmó que “el precio de los estand subió $ 500 en relación al año pasado. Y de cada tres puestos, dos vinieron el año pasado; quiere decir que les sirve”.
Recordó que “antiguamente llegaron a ponerse 440 estands y ahora hay 28 bloques de tres estands cada uno y podemos agregar los dos aleros como otro estand; son 28 por cuatro. Uno de esos bloques se le dio gratis a la Intendencia para los artesanos, otro se le dio al Pit Cnt, que pidió. La Intendencia regaló 20 de madera y chapa”.
Pero según el representante de Montevideo Music Group no es solamente el estand, porque “hay que darle pase libre al predio, y dimos 1.500 pulseras para quienes trabajan. Eso hay que contarlo, son entradas que no se venden”.
MAS CAROS, PERO MENOS
En cuanto a los puestos de comida, recordó que años atrás “se vendían 15 ó 20 puestos, uno vendía panchos, otros chorizos o hamburguesas u otro tipo de cosas”. Dijo que “nosotros simplificamos los puestos de comida. Hay tres que venden panchos, chorizos y hamburguesas, después está el restorán (que está frente al Museo de la Tradición) y que nunca vino uno de estas características (fue el que falló el año pasado por problemas de salud del consignatario)”. En cuanto a los valores, precisó que “hay puestos de 9.000 ó 10.000 pesos hasta 2.000 ó 3.000 dólares. Pero no es un estand”, aclaró.
Dijo que en tamaño, “un pabellón de comida son seis stands comerciales. Un puesto de venta de pizzas, cerveza y refrescos paga $ 10.000, todo depende de lo que vendan. Y para llegar cerca de los 3.000 dólares, hay que sumarle que también tiene venta de refrescos y cerveza, y que se le da todo el equipamiento necesario, incluyendo heladeras y hasta las remeras y los gorros. Y eso tiene un costo”. Expresó que “quien paga eso vende cinco productos: panchos, choripan, hamburguesas, refresco y cerveza. Y es la diferencia con lo que había antes, que eran muchos puestos chiquitos, algunos con mediotanques y más engorrosos para trabajar. Nosotros pretendemos recaudar lo mismo pero con puestos más prolijos, que fue lo que nos pidió la Intendencia”.
Comentó también que un puesto de venta de helados paga por vender y mostrar la marca del helado, pero también vende empanadas, pastas y pizza. “Entonces los precios son relativos”, aseguró Duré.
Otra de las diferencias respecto a la operativa de años atrás, es que “le daban a los stands un porcentaje de la venta de bebida; nosotros la damos al precio de costo de la fábrica. Inclusive nosotros no vendemos el refresco, viene directamente la empresa y se las vende a ellos. Antes la comisión organizadora quedaba con una parte de la ganancia, y vendía más barato el estand”.
Salvando las diferencias, señaló que un estand de comidas en el Prado de Montevideo “se vende a 80.000 dólares”.
FINANCIAR EL ESPECTACULO
Dijo también que la intención es traer buenos números, y “eso hay que financiarlo. Y la Intendencia no nos da nada, está en las ganancias, pero si hay pérdida no, eso está en la licitación y en el contrato. Si llueve tres días y hay pérdidas, somos nosotros que tenemos que asumirlas.”
También hay otros gastos que deben considerarse, como que “la hora hombre de un policía en el servicio 222 subió un 80 por ciento respecto al año pasado, vale $ 82,50 la hora. Y tenemos entre 30 y 40 efectivos. Tenemos también controles en la puerta, porteros, boleteros, trabaja mucha gente en esto. Y después están los baños químicos, las limpiadoras para después que termina el evento. Hay dos equipos de amplificación en el predio, pasan 350 artistas por el escenario. Esto es muy grande, y hay que tener los números muy claros para poder solventar este tipo de espectáculos. Y de algún lado tiene que salir, alguien tiene que pagar”.
Dijo que “en febrero fuimos a la Feria de la Artesanía en Colón, donde la entrada vale cinco veces más que acá, todos los días. Y además para sentarse a ver el espectáculo, tienen que llevarse una silla playera y pagar aparte. Y si va de Paysandú, además tiene el peaje y la nafta. Acá vienen argentinos que se asombran de ver artistas por $ 35 o como caro $ 85”.
Sostuvo que para la empresa, “los espectáculos son a pérdida, se compensan con otras cosas”. En cuanto a la venta de publicidad, dijo que “ahora con el tema de la crisis, que no sé si es tan así, las empresas ya no apoyan tanto. Y las comprendemos, porque de repente tienen gente en el seguro de paro y no van a contratar publicidad. Nosotros teníamos el presupuesto al menos el mismo del año pasado, y muchas empresas tuvieron que achicar o no pudieron participar. Esa es la realidad”, afirmó.