Policiales | 09 Abr Fueron enviadas ayer a una dependencia de INAU en Montevideo las dos adolescentes infractoras que el martes coparon una vivienda céntrica y agredieron a su propietaria, una señora de 78 años. Las precoces delincuentes, de 14 y 15 años, son responsables de decenas de delitos como hurtos y arrebatos en varias zonas de la ciudad y ya habían demostrado saña hacia las personas de edad cuando hace algunos meses agredieron salvajemente a un anciano para hurtarle una pequeña suma de dinero.
Como informáramos en nuestra edición de ayer, el martes, próximo a las 14.30, la propietaria de una vivienda ubicada en José Pedro Varela casi Florida, escuchó que golpeaban a la puerta. Al dirigirse a la entrada y abrir el zaguán, dos jovencitas le pidieron monedas y un vaso de agua, a lo que ella contestó que no tenía dinero. “¡Qué no vas a tener! ¡Tenés sí!”, le gritaron.
En ese momento una de las adolescentes la empujó hacia el interior de la vivienda haciéndola caer al suelo e inmediatamente ambas ingresaron y cerraron la puerta con tranca. Mientras una sujetaba a la víctima y la golpeaba cada vez que intentaba reincorporarse, la otra comenzó a inspeccionar todas las habitaciones, hasta que finalmente, tras revisar todos los cajones, encontró –sobre una cama- un envoltorio de nylon con 5.000 pesos y documentación.
Con el botín en su poder, las infractoras abandonaron rápidamente la vivienda dejando a la víctima tendida en el piso y visiblemente lesionada.
Interviene la Policía
Una vez que logró reincorporarse, la señora dio aviso a la Policía y poco después acudieron varios efectivos de la Brigada de Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera, así como una unidad de emergencia móvil. Mientras los médicos le diagnosticaban hematoma en hombro izquierdo y un golpe en la espalda, la víctima brindó una detallada descripción de sus atacantes, a quienes describió como dos jovencitas de cabello corto y tez morocha. Dicho testimonio fue suficiente para que los investigadores sospecharan que dos hermanas domiciliadas en el barrio Curupí y poseedoras de al menos 70 anotaciones policiales, estaban involucradas en el ilícito.
Poco después instalaron un operativo de vigilancia en el referido vecindario hasta que finalmente, ya a media tarde, vieron que las dos sospechosas –como acompañantes en dos motos- emergían de los fondos de una vivienda precaria y se dirigían hacia el sur. Cuando los policías dieron la voz de alto, los conductores de los birrodados aceleraron y salieron rápidamente del barrio, dirigiéndose hacia calle Libertad, donde tomaron nuevamente hacia el Sur hasta que en el cruce con Ayuí fueron interceptados por efectivos de la Seccional Segunda, quienes se habían sumado al operativo.
Precocidad y saña
Los conductores de las motos fueron puestos en libertad, en tanto las adolescentes fueron trasladadas a una dependencia de INAU, donde permanecieron bajo custodia policial. Asimismo, nuevas averiguaciones condujeron a un predio cercano al escenario del copamiento, desde donde se recuperó la documentación hurtada.
Ayer en horas de la mañana las menores fueron conducidas a la sede judicial, en donde el magistrado dispuso su internación en el CIAF (Centro de Ingreso de Adolescentes Femeninos), dependencia de INAU de la capital del país, por haber incurrido en un hecho infraccional previsto en la Ley Penal como un delito de rapiña con privación de la libertad, copamiento y reiterados delitos de hurto.
A pesar de su corta edad, estas adolescentes son “viejas conocidas” para la Policía. Poseedoras de una particular habilidad para el arrebato y consumadas “descuidistas”, en los últimos meses han estado involucradas en numerosos ilícitos perpetrados en varias zonas de la ciudad como Nuevo Paysandú, Pay Cap, P3 y el área Norte de Doctor Roldán. Su desprecio hacia las personas de edad tampoco es novedad, ya que hace algún tiempo atacaron a un anciano en las inmediaciones de Antonio Estefanell y Treinta y Tres Orientales. En aquella oportunidad llegaron hasta la entrada de la vivienda y aprovecharon un descuido del propietario para golpearlo y arrastrarlo hasta la calle, donde lo despojaron de la exigua suma de 500 pesos.
Recientemente la Policía también las encontró involucradas en el hurto de armas de colección desde una finca ubicada en la zona céntrica. Aunque fueron derivadas en varias ocasiones a dependencias locales de INAU, rápidamente se daban a la fuga para volver a las andanzas.