Paysandú, Domingo 12 de Abril de 2009
Rurales | 12 Abr El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) está instrumentando soluciones de emergencia para la zona Norte del país. Con ese motivo podría utilizar campos del Instituto Nacional de Colonización (INC) para la producción de forraje, así como continuar con el suministro de raciones a los productores de menor escala.
Las noticias sobre las “cuereadas” de animales en el entorno de la Ruta 31, no son para el MGAP las más preocupantes que surgen de la actual situación de sequía en el Norte, sino la proximidad de un invierno que no permitirá la recuperación de los campos, afectando principalmente a los pequeños productores.
El subsecretario del MGAP, Andrés Berterreche, explicó que esa secretaría de Estado se encuentra trabajando a pleno con las gremiales locales, a efectos de mitigar --aunque sea en parte-- el efecto que tendrá la entrada al invierno sin reservas forrajeras, para predios de baja escala y con una carga ganadera mayor a la recomendada.
A su juicio, las “cuereadas” que se están constatando en varias zonas de Artigas, Salto y Paysandú responde a rodeos de productores de mayor escala, ya que los pequeños ganaderos aún intentan mantener su rodeo, a pesar de la crítica situación forrajera.
Campos superficiales en los que no se planta forraje y para los que la carga ganadera recomendada es de 0,5 Unidades Ganaderas (UG) por hectárea, no resisten una carga de 0,9 UG”, recordó el subsecretario del MGAP. “Si tenemos la suerte de un ingreso al invierno con pocas heladas, la situación será más favorable, pero si se reiteran aquellos años en que entrábamos con 20 heladas, la cosa va a ser complicada”.
Por tal situación el MGAP planifica la utilización de un campo del INC, cerca de la localidad de Valentines (Salto), para la producción de forraje. A esto se agrega, la distribución de ración y semillas para verdeos, con la finalidad de utilizar en las zonas bajas de cada campo.
Grandes pérdidas
Una consultora contratada por la comuna de San José mostró que el departamento perdió U$S 250 millones, como consecuencia de la sequía que afectó a varias zonas del país y por sus efectos sobre el agro.
El grupo de trabajo estuvo conformado por los agrónomos Álvaro Ramos y Nicolás Barú, pero también contó con la participación de los técnicos Carlos Mermot, Juan Peyrou y Heber Freiría.
Al mostrar las conclusiones de su trabajo, el equipo aseguró que en las arcas de cada productor agropecuario josefino entrarán U$S 20.000 menos durante el año como consecuencia del fenómeno climático, que destrozó la lechería, dejó sin terneros a la ganadería, provocó el envío de grandes contingentes de vacas a los frigoríficos y tiró abajo los rendimientos agrícolas.
La consultora mostró que las pérdidas en el sector lechero y ganadero representan cerca del 80% del total, pero si se incluye la papa --San José es uno de los principales productores de papa en el país-- y los cultivos de cereales y oleaginosos, el porcentaje crece al 96%.
El sector más perjudicado fue la lechería, donde los tamberos debieron enviar a frigorífico varias vacas en ordeñe por falta de comida, otros bajaron la cortina de sus establecimientos y además, tuvieron que soportar una drástica caída en el precio de la leche. En los predios se gastó mucho dinero para alimentar a las vacas y se perdió un área importante de praderas. Ramos indicó que “lo que se perdió equivale a cerca del 15% del PIB departamental, lo que significa que la sequía le costará a San José el 15% de la riqueza que se genera en un año normal”.
Causas y consecuencias
Según la consultora, las pérdidas tienen tres orígenes. El primero es el ingreso no percibido durante agosto de 2008 y abril de 2009 por mermas en la producción, incrementos de los costos incurridos por los productores y descapitalización o pérdidas de activos (praderas, reducción de stock animal y otros). Dichas pérdidas directas “alcanzan los U$S 100 millones”. El 54% de las pérdidas se deben a mermas en la producción (sea carne o leche), 30% a pérdidas de capital (animales muertes, etc.) y 16% a mayores costos en el establecimiento, debido a la falta de agua en los predios.
Los U$S 150 millones restantes que completan U$S 250 millones que estimó la consultora, están referidos a la actividad ganadera como valor agregado por el sector, tales como proveedores de materia prima a la agroindustria.
“La reducción de la producción agropecuaria genera menos riqueza a nivel de la industria, los fleteros, los vendedores de insumos y otros agentes de la cadena”, concluyó la consultora elaboradora del informe. Los U$S 250 millones citados como pérdida, equivalen a casi el 30% de toda la riqueza generada en forma anual por el conjunto del departamento de San José.
También la Asociación Rural del Uruguay le encargó a una consultora privada un análisis de las pérdidas generadas por el fenómeno climático. La gremial estima que la mayor consecuencia será la falta de terneros dentro de dos años, que repercutirá directamente en una baja de las exportaciones de carne, el principal rubro exportador del Uruguay.
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