Paysandú, Miércoles 15 de Abril de 2009
Policiales | 14 Abr Una rapiña cometida el domingo por la noche en las inmediaciones del Barrio Chaplin dejó al descubierto un sórdido escenario de disputas familiares y barriales que mantuvieron ocupados por varias horas a los efectivos de la Seccional Quinta de Policía. Agresiones, pedreas y exceso de alcohol conmovieron al vecindario y caracterizaron a una Pascua que concluyó en el Juzgado y con varias personas procesadas.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el hecho más grave de la jornada se registró próximo a las 22. En ese momento, el operador de una agencia de remises ubicada en las inmediaciones de Zorrilla de San Martín y Andresito recibió el llamado de una mujer que le solicitó un móvil que sería abordado en Éxodo entre Solano García y Ciudad de Young. Un chofer de 32 años recibió la solicitud e inmediatamente se trasladó hacia el punto de encuentro.
Mientras recorría las oscuras calles e intentaba distinguir la numeración de las viviendas, atravesó una esquina donde dos individuos aparentemente permanecían de beberaje. Sin prestar demasiada atención a los desconocidos avanzó algunos metros y se detuvo para observar mejor el número de otra casa, pero en ese momento, uno de los sujetos que acababa de ver se acercó al vehículo por el costado derecho y le apuntó con un revólver a través de la ventanilla del acompañante.
El rapiñero, un hombre joven, rubio y vestido con una remera naranja y bermuda de jean, exigió el dinero, pero el chofer únicamente le dio 100 pesos y se retiró raudamente del lugar, no sin antes escuchar dos detonaciones.
Interviene la Policía
El remisero se trasladó hasta la Seccional Quinta de Policía y allí brindó una detallada descripción, tanto del rapiñero como del sujeto junto al cual lo había visto momentos antes del asalto. Poco después, los efectivos se entrevistaron con la propietaria de la vivienda desde donde se había solicitado el remise. La señora, de 52 años, dijo que había solicitado un móvil pero éste nunca acudió. Asimismo, relató que momentos antes, el vecino de enfrente y su concubina se presentaron en su casa, la agredieron y le apuntaron con un revólver, con el que efectuaron varios disparos.
En una nueva recorrida policial por la zona, efectivos de la Dirección de Investigaciones interceptaron a dos sujetos que se ajustaban perfectamente a la descripción aportada por el remisero. Se trataba de I.M.B., de 43 años, y José Andrés Telliz Herrera, de 20, poseedor de antecedentes penales, quien se resistió al arresto e intentó atacar a los policías --ya se habían sumado efectivos de la Seccional Quinta-- con un cuchillo de 20 centímetros de hoja.
Una inspección corporal practicada a I.M.B. permitió recuperar un celular y una billetera con varios documentos y tarjetas de crédito, que luego se identificaría como hurtada en jurisdicción de la Seccional Segunda. En primera instancia el detenido negó estar involucrado en la rapiña y dijo que a la billetera se la entregaron unos desconocidos, pero finalmente optó por relatar cómo su ocasional compañero de copas aprovechó la circunstancial presencia de un remise en el vecindario para cometer un ilícito.
Un obsequio peligroso
I.M.B relató que esa tarde, mientras consumía bebidas alcohólicas en compañía de su concubina y de José Telliz, dos jóvenes domiciliados en el barrio Río Uruguay se presentaron en su vivienda con un revólver calibre .22 y le pidieron que lo escondiese. Ya en horas de la noche, Telliz se lo pidió prestado para asaltar al chofer de un remise que en ese momento circulaba por el vecindario.
Según relató, su compañero se acercó al vehículo y enseguida se escucharon dos disparos, tras lo cual regresó satisfecho con 100 pesos y señalando el arma le dijo: “para esto lo quería, con esto hago estragos”. Luego –añadió- salieron con intenciones de comprar más bebida, pero en ese momento fueron detenidos.
Los efectivos efectuaron un allanamiento en el domicilio de I.M.B. y en los fondos, oculto entre la maleza, encontraron un revólver “Tíber” calibre .22 de fabricación argentina y cuatro celulares, de cuya procedencia el propietario no supo dar detalles.
La concubina de I.M.B., de 28 años, también fue conducida a la comisaría y allí relató que esa tarde dos desconocidos se presentaron en su domicilio y le entregaron un arma a su compañero, quien a su vez la ocultó debajo del colchón.
Agregó que en el transcurso de un beberaje, un conocido le pidió el arma prestada a su concubino, pero a la vez dio detalles de un incidente registrado esa tarde que también se dilucidaría en la sede judicial.
La Pascua
no trajo paz
La Pascua no fue precisamente una jornada de reflexión para varios habitantes de esta zona de la ciudad. La rapiña del remisero fue la culminación de una serie de hechos lamentables que involucraron a varios vecinos y concluyeron con varios procesados y una persona herida.
Además de ofrecer importantes detalles de los momentos previos a la rapiña, la concubina de I.M.B. relató un episodio que involucró a dos hermanos domiciliados en la zona y al propietario de un pequeño predio.
Según parece, esa tarde, próximo a las 14, los referidos hermanos ingerían bebidas alcohólicas en una esquina del barrio, acompañados por varios amigos. En determinado momento, al parecer molesto porque habían ingresado sin permiso, el propietario de un pequeño predio cercano se acercó al grupo de bebedores para recriminarles la rotura de un alambrado. Los aludidos habrían alegado que ingresaron al predio con la única intención de orinar; el dueño del terreno siguió increpándoles, pero a cambio recibió una verdadera lluvia de piedras que lo puso en rauda retirada.
El agredido se refugió en su vivienda junto a su concubina y sus hijos de 8, 11 y 12 años, pero hasta allí llegaron los bebedores para continuar con la pedrea, alcanzando al propietario en el rostro y también dañando los vidrios de una vivienda vecina (precisamente la de I.M.B., quien inmediatamente radicó la denuncia).
La Policía acudió y trasladó al lesinoado a un centro asistencial, donde le diagnosticaron edemas, hematomas y una herida cortante en el pómulo izquierdo. Poco después, detuvo a los hermanos resonsables de la agresión --de iniciales V.M.I y C.A.I--, quienes dieron una versión diferente a la vertida por los denunciantes, ya que si bien admitieron haber ingresado al predio, acusaron al propietario de amenazarlos con un cuchillo e intentar cortarlos.
Finalmente, la ajetreada jornada de Pascua se dilucidó en la sede judicial, donde el responsable de asaltar al remisero –José Telliz Herrera, de 20 años-- resultó procesado con prisión por el delito de rapiña especialmente agravada. I.B.M de 43, quien proveyó el revólver para la rapiña y denunció el tumulto que involucró al propietario del predio, fue procesado sin prisión por receptación, pero se le impuso como medida sustitutiva a la prisión la obligación de presentarse en la Seccional Quinta, los días viernes, sábados y domingos de 14 a 16. Mientras tanto, uno de los hermanos involucrados en la pedrea (C.A.I) también fue procesado sin prisión por lesiones personales y daño, en tanto V.M.I recibió la misma condena pero por violencia privada y daños.
Lo curioso es que los hermanos, como medida sustitutiva, deberán comparecer en la Seccional Quinta los mismos días y a la misma hora que I.M.B, quien en definitiva los denunció.
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