Rurales | 13 Abr Con un marco de relativa calma en los mercados financieros y el petróleo, la soja mira con más atención lo que ocurre en sus propios fundamentos de oferta y demanda, reaccionando positivamente a proyecciones de menor oferta mundial.
En este sentido, en los últimos días se dieron a conocer datos clave como las primeras estimaciones realizadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre la próxima siembra de verano norteamericana. Al respecto, el mercado esperaba un aumento en la siembra de soja en detrimento de la de maíz por mayores costos, situación que no fue reflejada por el informe.
En su estimación primaria tanto el área de soja como la de maíz prácticamente no sufrieron cambios respecto a la última zafra. En soja, la estimación se ubicó 1.500.000 hectáreas por debajo a lo que esperaban los operadores, hecho que repercutió directamente en la Bolsa de Chicago.
Al cierre de esta semana la primera posición de la oleaginosa llegó a U$S 370 por tonelada, el mayor nivel de los últimos dos meses. Por su parte, en su informe mensual publicado este jueves, el USDA redujo los stocks finales de soja en Estados Unidos a los niveles mínimos de los últimos cinco años, debido a un incremento en las exportaciones proyectadas para los próximos meses, indica el informe de la Consultora Seragro.
Respecto a Sudamérica, el organismo norteamericano ajustó fuertemente a la baja la proyección de cosecha en Argentina pasando de 43 millones a 39 millones de toneladas, poniéndose a tono con los reiterados ajustes bajistas realizados por el propio Estado argentino y consultoras privadas.
Sequía
A medida que avanza la cosecha se comprueba el grave perjuicio causado por la sequía, con rindes muy pobres en importantes zonas productoras del vecino país.
Tanto a nivel oficial como privado se ha ubicado la cosecha entre 37 millones y 39 millones de toneladas, lo que supone una baja de 20% respecto a la zafra pasada y 9 millones de toneladas menos en el mercado mundial.
También en Paraguay la seca hizo estragos, con estimaciones oficiales que ubican la cosecha más de 40% por debajo que el año pasado. Los cultivos más afectados han sido los sembrados de forma temprana (40% de la producción total), cuyo rendimiento es estimado en 1.000 kilos por hectárea, muy lejos de los 2.600 kilos por hectárea promedio de los últimos años. La agrupación que reúne a los productores de soja estimó pérdidas por U$S 300 millones.
Finalmente, en Brasil el avance de la cosecha es muy importante y confirman buenos resultados en estados clave como Mato Grosso. La seca también afectó a los estados del Sur aunque en términos generales habrá buenos niveles de productividad. En su último relevamiento de abril, la Comisión Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil, mejoró su estimación llevándola a 58.100.000 toneladas, 500.000 toneladas más que la estimación de marzo, aunque todavía se encuentra 3% por debajo que la zafra inmediata anterior.
Conclusiones
En síntesis, se redondea un escenario de oferta limitada para el cierre del ejercicio 2008/2009. A nivel global, el USDA ubica en 219 millones de toneladas la producción para este ejercicio, nivel inferior a la demanda estimada, lo que ajusta a la baja los stocks finales ubicándolos en los niveles más bajos de los últimos cinco años. Las mayores interrogantes están puestas en el comportamiento que pueda tener la demanda en los próximos meses, lo que estará pautando la evolución del mercado en el futuro cercano.
En Uruguay se espera una zafra récord de soja impulsada por la recuperación de una importante área de cultivos de segunda. Sobre una superficie finalmente sembrada de 575.000 hectáreas de acuerdo con las estimaciones de DIEA, la producción de soja podrá ubicarse entre 900.000 y un millón de toneladas, con un rinde medio país estimado entre 1.500 y 1.700 kilos por hectárea.