Paysandú, Jueves 16 de Abril de 2009
Deportes | 14 Abr BARCELONA (Por Diego Saralegui, especial para EL TELEGRAFO). Han corrido ríos de tinta con respecto a los ya famosos difusores en la Fórmula 1. Tanto se ha hablado que la prensa inglesa ya lo llama el “difusorgate”, pero lo cierto es que los Brawn GP están siendo los grandes dominadores de la temporada 2009 con sendas victorias en las dos primeras carreras de Australia y Malasia.
Según algunos ingenieros estos difusores generarían un “efecto suelo” que aumenta enormemente la velocidad de paso por curva, recordando que el efecto suelo fue prohibido en 1983.
Los demás equipos han acusado a Ross Brawn de infringir las reglas y de ser un traidor ya que fue el ingeniero designado por la FOTA (asociación de equipos) ante la FIA para descifrar y aplicar el nuevo reglamento, cargo que aprovechó para diseñar su monoplaza al borde del reglamento.
Otros comentan que el Brawn-Mercedes no es solo el difusor, sino que se trata de un completo estudio aerodinámico desarrollado durante 16 meses en cuatro diferentes túneles de viento. Sea cual sea el caso, lo cierto es que son los grandes candidatos a ganar el mundial, y hoy se decidirá si son permitidos o no los difusores que también montan los Williams y los Toyota, que han demostrado velocidad tanto en las pruebas de pretemporada como en las dos primeras fechas de Australia y Malasia. No queda ni la sombra del ex equipo Honda que decepcionó y se retiró de la competición al no lograr resultados invirtiendo fortunas, pero allí emergió la visión de Ross Brawn, que venía desarrollando el auto para 2009, y se hizo cargo del equipo recibiendo ayudas de los propios nipones, de Bernie Ecclestone y de los alemanes de Mercedes-Benz.
Pero la historia de Ross Brawn diseñando autos al límite del reglamento se remonta a sus tiempos en el equipo Benetton (hoy Renault), cuando Michael Schumacher y Jos Verstappen eran los pilotos del equipo. En Bélgica fue descalificado Schumacher luego de conseguir la victoria por desgastar demasiado la plancha de madera que hasta hoy tienen debajo los autos, lo que denotaba una altura ilegal y por consiguiente un solapado “efecto suelo”. En Hockenheim del mismo año Verstappen sufrió un brutal incendio en boxes que fue atribuido a la falta del filtro en la manguera de llenado del combustible, que luego admitiría el equipo habérsela quitado para demorar menos tiempo.
También en su época de Ferrari tuvo problemas reglamentarios al diseñar los alerones flexibles que fueron prohibidos nada más aparecer en pista. Ross Brawn, ¿ángel o demonio?, ¿genio o tramposo?
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