Paysandú, Jueves 16 de Abril de 2009
Locales | 15 Abr La eterna inmoralidad
del guerrillero Mujica
El guerrillero Mujica, precandidato a la presidencia de la República por el partido de gobierno, ahora acusa a la oposición y al Dr. Ignacio De Posadas de “inmoralidad comunicacional”, por haber advertido al gobierno, en la forma que correspondía, o sea reservadamente, que Uruguay podría ser sancionado si no se ajustaba a ciertos parámetros de la OCDE, mientras que el guerrillero, como vocero de la OCDE, públicamente publicitaba su “propuesta indecente” o sea cambiar el secreto bancario por el levantamiento del corte de los puentes y el dragado del río Uruguay. ¿Quién resulta ser el inmoral?.
Lindo mandado concretaba este “enviado” de los Kirchner pretendiendo canjear (como dice él, “no levantar”) el secreto bancario, potestad de un gobierno soberano, por la terminación de un acto delictivo y terrorista como lo es el corte de los puentes y la postura de los piqueteros subversivos, poniendo además arriba de la mesa el dragado del río Uruguay que es una obligación adquirida por el gobierno de Argentina, así como la situación del Canal de Martín García. ¿No es esto inmoral?.
A nadie puede escapar de un simple análisis de la situación que esto es parte de la inmoralidad permanente del guerrillero pre-candidato, quien abusando de su masiva penetración en los medios de difusión, que hablan de él pero no contra él, intentó sabotear nuestro sistema financiero en momentos que capitales extranjeros estaban llegando a Uruguay y muchos de ellos se dieron vuelta ante la incertidumbre que plantea la lejana posibilidad de su arribo a la presidencia.
No es este el primer acto de subversión del guerrillero contra las instituciones, públicamente despreció la investidura del presidente de la República proclamando que él no le “da pelota”, en el mismo tenor atacó la institución Fuerzas Armadas injuriándolas al expresar que solo estaban preparadas para destruir, en forma permanente ataca los medios de difusión agraviando también a sus periodistas, y como perla de este interminable collar de agravios, sentenció que el pueblo uruguayo, del que él busca el voto, era un “pueblo de atorrantes”, vaya paradoja, llamar a su pueblo “atorrante” alguien a quién no se le conoce historia laboral (a no ser los curros de guerrillero , ministro y senador), ¿quién habrá sido “atorrante” en la vida?
Quizá sea oportuno que el guerrillero precandidato y alguna gabinetera del presidente Vázquez que anda por los medios de difusión pregonando, antes que la echen, las bondades de su gestión, leyeran las siguientes reflexiones del presidente de Francia Nicolás Sarkozy.
“Hoy, hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas”.
“De esos que el pensamiento único es el del que lo sabe todo, y que condena la política mientras la practica”.
“Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura: desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos impusieron el relativismo”.
“La idea del que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente”.
“Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El eslogan era ‘vivir sin obligaciones y gozar sin trabas’”.
“Quisieron terminar con la escuela de excelencia y de civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor”.
“Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo”.
“Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: Se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente”.
“Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo”.
“Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados”.
“Adoran la periferia pero jamás viven en ella”.
“Firman peticiones cuando se expulsa a algún ocupa, pero no aceptan que se instalen en su casa”.
“Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo, y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república”.
“Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura, y de las obligaciones antes que los derechos”.
“Éstos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores”.
Sirva también este valioso mensaje del presidente de Francia para hacer reflexionar a todos aquellos que aún están indecisos con su voto, para aquellos que cómodamente ubicados en el exterior, ingenua o malintencionadamente nos quieren dar lecciones de patriotismo y alaban las “virtudes” del guerrillero y creen en el “paraíso de la felicidad” que engañosamente promete y para reafirmar la posición de los que saben que a este progresismo maquillado no lo aguanta nadie. Jorge Azar Gómez
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