Locales | 17 Abr ESPECIAL, por Sergio Fernández - Fray Bentos festejó ayer los 150 años de su fundación con una jornada de fiesta que incluyó actos protocolares, espectáculos, homenajes y un desfile cívico militar que convocó a miles de personas. El intendente de Río Negro, Omar Lafluf, encabezó los festejos acompañado por autoridades municipales y nacionales, así como por el presidente de la República en ejercicio, Rodolfo Nin Novoa.
Fray Bentos estrenó sus 150 años muy temprano a la mañana. Luego de una larga noche de vigilia en la Plaza Constitución, en la que participaron cientos de personas, las campanadas de la Iglesia anunciaron la llegada del gran día. La ciudad de inmigrantes, heredera de una larga tradición en la industria cárnica pero capaz de mirar al futuro desde las chimeneas de Botnia, se desperezó para recibir a los visitantes y homenajear a sus antepasados. Habían pasado 150 años desde la fundación de Villa Independencia, inmediatamente denominada Fray Bentos, aunque los orígenes de su nombre permanecen bajo el signo de lo probable.
Al amanecer, tal cual había previsto la Comisión de los Festejos encabezada por el doctor Ruben Carminatti, se escucharon 21 cañonazos y poco después, en lo que representaría el primer momento emotivo de una jornada inolvidable para todos los fraybentinos, la antigua chimenea del Frigorífico Anglo –verdadero símbolo de la ciudad- volvió a humear. Un mecanismo diseñado especialmente diseñado para los festejos hizo posible el milagro y la nostalgia se apoderó de quienes tuvieron el privilegio de asistir a un espectáculo conmovedor, íntimamente ligado al pasado y presente industrial de Fray Bentos.
Poco después, en la plaza Artigas, las autoridades departamentales encabezadas por el intendente Omar Lafluf depositaron una ofrenda floral al pie del monumento al prócer, en tanto el reconocido docente Artigas Pereira evocó los orígenes de la ciudad, su estrecha vinculación con el río Uruguay y la sangre inmigrante que contribuyó a transformar este lugar en verdadero ejemplo de pujanza. El docente, ante un entusiasta grupo de personas, exhortó a no vivir “de espaldas al río”.
Continúan los homenajes
Conforme pasaban las horas, más representantes del gobierno nacional y departamental fueron incorporándose a los festejos. Sobre las 11 arribó el senador Mariano Arana, quien junto al ministro de Vivienda Carlos Colacce, el subsecretario de Trabajo Jorge Bruni y su par del Interior Ricardo Bernal, acudieron a la Junta Departamental para participar en una sesión solemne encabezada por el jefe comunal Omar Lafluf. Ediles de todas las bancadas efectuaron una breve reseña histórica y más tarde el intendente ratificó su “homenaje” y “reconocimiento” al deliberativo departamental. “Siento una profunda alegría como intendente”, dijo al referir a su presencia en el recinto. Asimismo, destacó la importancia del órgano legislativo para la vida democrática y recordó a todos los ediles, intendentes y funcionarios que “en todos los tiempos” trabajaron en beneficio de la población.
Una vez finalizada la sesión y bajo un sol que no dio tregua durante toda la jornada, las autoridades se trasladaron a pocas cuadras de allí, hasta los alrededores de la antigua estación de AFE. Allí, con el marco natural del río Uruguay, se llevó a cabo la inauguración del Monumento a los 150 años, obra del arquitecto y ex intendente de Río Negro Francisco Centurión.
Junto al monumento aún cubierto por una bandera y bailando al ritmo de la Banda Municipal, integrantes de UNI3 (grupo cultural de adultos mayores) aguardaban al público ataviados a la usanza de principios del siglo pasado.
Enseguida, en medio de un clima de algarabía, el artista detalló las características de la obra (fuertemente influenciada por rasgos urbanísticos fraybentinos) y recordó la influencia de los inmigrantes en el crecimiento e idiosincrasia de la capital departamental y las localidades del interior.
Lafluf, quien integró el jurado que eligió la obra de Centurión, recordó a un Uruguay que “recibió con los brazos abiertos a los inmigrantes”, en tanto respecto al monumento, destacó su armonía, sencillez y capacidad de representar nítidamente los rasgos más característicos de la geografía y urbanística fraybentina. “Nunca me hubiera imaginado que esta obra transmitiera tanta cosa”, afirmó. Ya ante la presencia del ministro de Turismo, Héctor Lescano, el intendente de Salto Ramón Fonticiella, el ex vicepresidente de la República, Luis Hierro López y representantes de otras comunas y organismos públicos, Omar Lafluf y Francisco Centurión descubrieron el monumento y una placa que homenajea a los fundadores de la ciudad. Enseguida, en la plaza Argain, bajo la generosa y reconfortante sombra de los árboles, se llevó a cabo otro breve acto que incluyó el descubrimiento de varias placas junto al busto de José Argain. El calor, poco habitual para la época, ya exigía un breve descanso para uno de los momentos más esperados de una larga jornada de festejos: el desfile cívico militar, con la presencia del presidente en ejercicio de la República, Rodolfo Nin Novoa.
Ciudad en calma
Los habitantes de Fray Bentos tomaron muy en serio los festejos. La ciudad, urbanísticamente simétrica, suavemente inclinada hacia el río Uruguay y con una interesante oferta comercial, recibió a los visitantes con particular amabilidad. Ya en la Terminal de Ómnibus varias funcionarias municipales recibieron a los recién llegados y les entregaron un mapa de la ciudad, así como indicaciones para acceder a los sitios donde se llevarían a cabo los actos. El encargado de Prensa de la comuna, Jorge Vittori, se puso inmediatamente a nuestra disposición, en tanto la coordinadora general de la Comisión de los Festejos, Silvia Machado, ofreció amablemente su oficina para que pudiésemos trabajar cómodamente.
Luego de los actos de la mañana, la ciudad se entregó a una breve siesta propiciada en parte por el calor y el asueto decretado por las autoridades departamentales. Un breve recorrido por la zona céntrica, dominada por la Plaza Constitución y su antigua pérgola (donada por los ingleses), revela una capital hecha de pasado y presente. La herencia del saladero Liebig y del frigorífico Anglo, perpetuada en calles y fachadas, se funde con el presente auspicioso que plantea la apertura de la controvertida papelera Botnia. Las calles, desiertas a las dos de la tarde, adquieren pintoresca vivacidad con los carteles y afiches del sesquicentenario y aquellos que recuerdan un deseo que involucra a todos: el tomógrafo. Ese anhelo que gracias al aporte de varias empresas y de todos los fraybentinos está apunto de hacerse realidad, pero aún falta parte de una inversión que rondará los 300.000 dólares.
El intendente también vivó la fiesta con entusiasmo y en breve diálogo con EL TELEGRAFO recordó los días más duros del corte de ruta impuesto por los ambientalistas de Gualeguaychú. “Una felicidad enorme, una alegría tremenda”, comentó. “Empezamos desde ayer con los festejos. Pero por sobre todo destaco la participación y la alegría de la gente, porque es la gente la que tiene que disfrutar de este día. Sobre todo acá en Fray Bentos, donde tantas amarguras hemos pasado, tanta tristeza y tantos problemas”.
El broche de oro
El desfile estaba previsto para las 14:30, pero algunos contratiempos hicieron que aún minutos antes de las 15, una verdadera multitud aguardase en las aceras de 18 de Julio, principal arteria fraybentina. Todos adelantaban “el desfile más grande de la historia”, del que participarían más de 2.000 personas. Niños correteando aquí y allá, militares, orgullosos estudiantes, autoridades y vecinos, todos aguardaban para rendirle homenaje al sitio que los vio nacer. Ya sobre las 15, el palco oficial instalado junto a la Plaza Constitución ya contaba con la presencia de Rodolfo Nin Novoa.
Enseguida, en medio de un colorido clima de fiesta, las distintas instituciones comenzaron a desfilar por la Avenida 18 de Julio. Instituciones públicas y privadas, centros educativos, clubes deportivos, todos se sumaron a la fiesta.
También hubo espacio para espectáculos de baile, una comparsa lubola, un desfile de vehículos clásicos y la infaltable caballería gaucha. Mientras el Sol se ocultaba lentamente en el río Uruguay, el desfile alcanzaba su punto culminante con la participación de efectivos del Ejército, la Policía y los Bomberos. Los festejos continuaron en el Teatro de Verano y en el remodelado Teatro Young, para concluir con una exhibición de fuegos artificiales.
El Comité de los Festejos tiene previstas más actividades que se extenderán hasta el 19 de abril. Fray Bentos vivió su gran jornada de fiesta y se despidió de sus invitados de la mejor manera: con un rojizo atardecer en el río Uruguay, delicadamente decorado por una estela de humo de las chimeneas de Botnia.