Locales | 15 Abr “No estamos soñando, no tenemos que salir a crear un mercado. Hay en la región una demanda real e insatisfecha que involucra la reparación naval, fabricación de partes para barcos y construcción de determinado tipo de embarcaciones”, dijo a EL TELEGRAFO el ministro de Industria, Energía y Minería, ingeniero Daniel Martínez, luego de una recorrida por el astillero de Paysandú, cuya reactivación es impulsada por un grupo de empresas locales que se han asociado con ese fin.
Mate y termo en mano, el secretario de Estado recorrió las instalaciones del varadero acompañado por el intendente Julio Pintos, el director general de Promoción y Desarrollo, ingeniero Jorge Dighiero, y Daniel Zapata y Carlos Poggi, responsables de las empresas locales Oltyr e Indre, que lideran el emprendimiento.
“La empresa tiene claro que hay voluntad política para trabajar para vencer burocracia y obstáculos”, dijo Martínez al señalar que desde el Ministerio de Industria existe interés en apoyar la iniciativa de reactivación del astillero de Paysandú en el marco de una estrategia de desarrollo de las cadenas productivas y de valor.
Explicó como política de Estado a largo plazo, el Ministerio ha diseñado un plan estratégico de desarrollo productivo en el área de servicios, centrado en aspectos como “el agregado de valor a los productos uruguayos para generar más riqueza, desarrollo tecnológico para tener mayor desarrollo local y el avance hacia relaciones obrero-patronal modernas en las que sin que nadie retire sus banderas sea posible buscar puntos de acuerdo hacia objetivos de desarrollo”.
“El desarrollo de las cadenas industriales, productivas y de valor tiene la ventaja de integrar muchos eslabones de actividad económica. Una de las que tiene gran potencial porque algún obrero especializado nos queda de la tormenta neoliberal que azotó este país y porque además existe una oportunidad de mercado real, es la industria naval”, agregó.
POTENCIAL ENORME
PARA CRECER
El ministro de Industria sostuvo que el sector naval uruguayo tiene un potencial enorme para crecer y que la captación de entre un 2% o 3% de la demanda insatisfecha de Brasil bastaría para crear tres nuevos astilleros en Uruguay y varias empresas que presten servicios anexos a la industria naval.
Confirmó también que el gobierno nacional negocia con Brasil condiciones favorables para que empresas uruguayas o que se instalen en Uruguay puedan realizar obras navales que el vecino país no podrá realizar debido a que muchas de sus principales empresas se dedicarán a tareas vinculadas a la explotación de pozos petroleros en aguas oceánicas brasileñas.
“No estamos soñando, no tenemos que salir a crear un mercado. Hoy por hoy existe una gran demanda en diversas áreas que involucran la reparación naval, la fabricación de partes de barcos para proporcionar a empresas montadoras (especialmente de Brasil y Chile) y determinados tipos de construcciones navales como barcazas, barcos de apoyo y hasta panamax (barcos de 300.000 toneladas). Para todo eso hay demanda real e insatisfecha en la región”, afirmó.
“La industria petrolera brasileña está absorbiendo la capacidad de la industria naval de ese país porque la construcción de plataformas oceánicas y de barcos de apoyo está generando una gran demanda a las industrias navales no solo de Brasil sino de la región y muchos astilleros que se dedicaban a la reparación de barcos hoy ya no están haciendo ese tipo de trabajos”, añadió.
Sostuvo el ministro que en Uruguay “hay capacidad para instalar más astilleros especializados en la reparación de barcos, e incluso en lo que respecta a la fabricación de partes de barcos el mercado es gigantesco”.
“Con captar el 2% o 3% de la demanda insatisfecha ya tendríamos para hacer dos, tres o cuatro astilleros más y crear varias empresas de fabricación de componentes y partes, generando tecnología para el sector y capacitando mano de obra”, dijo.
Sostuvo también que en un período de cinco a diez años habrá una demanda de construcción de unas 2.000 barcazas. “Uruguay hoy tiene capacidad de producir dos o tres al año, así que hay mucho para crecer porque además ya estamos perdiendo negocios por falta de capacidad de respuesta. Hay todo un espacio de oportunidad de desarrollo”, afirmó.
INICIATIVA SANDUCERA
El astillero local apuesta a captar embarcaciones para realizar en varadero tareas de mantenimiento y reparación, aunque también se avizora como posible la fabricación de distinto tipo de embarcaciones, fundamentalmente barcazas. En este sentido, en medio año de actividad ha reparado tres embarcaciones –dos de Ancap y una que presta servicios a Botnia— y según informó el ministro Martínez, ha habido contactos entre la Armada y el grupo local para que puedan fabricarse en Paysandú algunos componentes de las barcazas que la Armada construirá para Ancap, puesto que “hay trabajo de sobra para lo que es la capacidad instalada en el país”. “Esperamos que este proyecto de Paysandú se desarrolle; tiene que madurar desde el punto de vista institucional empresarial y desde el punto de vista del proyecto de inversión a presentar, además hay un tema de dragado de acceso que estamos tratando de dar una mano y coordinar”, dijo Martínez.
“El tema es hacer crecer la torta, porque la potencialidad es gigantesca”, sostuvo.
CLUSTER Y APOYOS
En cuanto a las medidas tomadas por el gobierno para impulsar al sector, mencionó la creación del cluster de la industria naval cuyas empresas integrantes se han unido con miras a su tecnificación, desarrollo de oportunidades y aumento de capacidades.
“También hemos generado una mesa nacional y un compromiso por el cual sindicatos y empresarios acuerden metas y objetivos que implican el cumplimiento de fechas de entrega –lo que incluye, por ejemplo, no hacer paros en momentos críticos-- y condiciones laborales más seguras y formación para los trabajadores. Hay acuerdos posibles de hacer y que las partes están dispuestas a hacerlos”, dijo el ministro. Opinó que desarrollar la industria naval implica también terminar con “la tesitura del Estado prescindente” y que por eso actualmente el MIEM trabaja en conjunto con la Corporación Nacional para el Desarrollo y el Banco República para proveer financiamientos y, además, el gobierno está negociando con su par brasileño para que el suministro de partes, piezas y reparaciones de barcos no implique una doble tributación y que se pueda “entrar a Brasil exonerado de algunas tasas”, entre otros aspectos.
“Hay voluntad del gobierno de Brasil y fabricantes navales brasileños están pensando en instalarse en Uruguay y son bienvenidos porque nos ayudarán a que las partes y componentes puedan entrar a ese mercado en condiciones más favorables”, añadió.