Marcelo Chialvo

Rurales | 21 Abr Que la situación del sector lechero está muy complicada, no es ninguna novedad. Aunque muchos productores saben que deben efectuar restricciones en los costos para evitar un mayor endeudamiento, “no debemos escatimar gastos en la comida que se le brinda a la vaca”, señaló a EL TELEGRAFO el productor Marcelo Chialvo.
Desde la debacle financiera internacional en agosto de 2008, los productores lecheros han recibido permanentemente malas noticias. A la baja en el precio de la leche, que se estancó –pero no sube-- desde hace dos meses, se suman las dificultades forrajeras incentivadas por la sequía, que han llevado a consumir la comida en el verano desabasteciéndose para el invierno que promete ser muy complicado.
Con el tambo ubicado en la zona de San Javier, el entrevistado, entiende que “ahí entra a jugar en cada productor la forma de trabajo”. Explicó que en el sistema que utiliza en su establecimiento, “es importante registringir todos los gastos, pero esto no debe suceder en la alimentación del ganado”.
Aseguró que “la ración en los granos, la proteína y el fertilizante al suelo, son dos cosas que no las podemos tocar. Pero después, todo lo que tiene que ver con el personal, horas de tractor que pueda andar en la vuelta, etcétera, hay que bajar costos”.
Aún así la situación no es fácil y los números están complicados. Pero el panorama será aún más difícil “si dejamos caer la producción, porque sabemos que después en la lechería necesitamos por lo menos un año para mejorar la preñez”.
La presencia del ingeniero agrónomo Francisco González, técnico que llegó desde Chile para asesorar a un grupo de productores remitentes a la industria Claldy, “nos ha servido mucho”, sostiene Chialvo. Al grupo que conforman desde un principio 10 productores de la zona de Young, se suman hoy tamberos de Colonia y el departamento de Florida, además del doctor Alfredo García en el aspecto técnico.
“En Uruguay estamos acostumbrados a ordeñar la vaca exprimiéndola al máximo, dándole de comer muy mal, sea afrechillo u otra ración de menos calidad, procurando obtener alta producción y preñar las vacas. González nos demostró que si le damos mejor atención y cuidado tratando de llegar a los 25 litros, es cuando mejor dan los números”.
Al reconocer que la situación actual para el tambero no es fácil, Marcelo Chialvo sostiene que en 2001 “vivimos una situación complicada como ésta, por lo que suprimimos los granos de algunos lotes, lo cual fue el peor error que cometimos”.
Precisó que esta forma de trabajo “no nos va a cambiar la historia, sino que sirve para reafirmar conceptos que uno siempre se lo cuestionaba y hoy nos dimos cuenta que hay que hacerlo para mejorar la producción”.
Expoláctea
“Don Bautista” participó de la reciente Expoláctea con un lote de tres vacas boca llena de segunda cría, obteniendo el Lote Reservado Campeón. Sostuvo que el lote de punta de su tambo ubicado en San Javier está comiendo alfalfa, grano de maíz y pellets de soja, promediando 26 litros. El lote de menos producción está pastoreando avena -una vez al día- y alfalfa, con un promedio de 18 litros diarios. Además se le brinda 2,5 kilos de grano de maíz.