OPINIONES

Locales | 19 Abr Gracias a Dios que tenemos una democracia que se lo permite monseñor Nicolás Cotugno. En una entrevista que le hacían, declaraba que la democracia es muy linda pero ante la posibilidad que en un próximo gobierno se aprobara el aborto, hacía la siguiente reflexión: “Todos saben que un tuerto ve más que mil ciegos, pero sin embargo, en la democracia votan los ciegos”.
De esta reflexión fácilmente se deduce que más vale el gobierno totalitario o dictatorial de un iluminado por sobre el resto, o sea que la verdad es su verdad y ninguna otra. Sería bueno recordarle que éste es un país de Estado laico, aparte de democrático, y que gracias a su espíritu democrático y de libertad de culto es que se toleran hasta declaraciones antidemocráticas como la suya, y si están en desacuerdo con nuestro sistema, siempre existe la posibilidad de marcharse a vivir al Vaticano.
Pienso que en este país es muy respetada la iglesia y me parece bien, sobre todo por la cantidad de católicos que hay, pero también sería bueno que ésta respetara al resto de la sociedad. Incluso a sus propios feligreses que no siempre todos deben coincidir en todo.
En vista de que la iglesia pretende tener tanta injerencia en los gobiernos y estados de todos los países; sería bueno tratar de opinar y presionar para modificar las estructuras eclesiásticas que se manejan de forma bastante arcaica, intransigente e irracional. Javier Pizzorno