Historia: 1881

Locales | 21 Abr El relato del Padre Albera, basado en información proporcionada por el propio Monseñor Lasagna, prosigue de la siguiente manera: “¡Pobre pueblo! ¡pobres almas! Al Ilmo. Sr. Vera se le partía el corazón no pudiendo dar socorro a tantas de sus ovejuelas abandonadas a la voracidad del lobo infernal. No teniendo en la diócesis sacerdotes disponibles, había recurrido a varias Órdenes Religiosas pero en vano”.
“Entonces, viendo acercarse a grandes pasos la Semana Santa y solemnidades pascuales, hizo llamar a Don Lasagna a Montevideo y le suplicó instantemente que le librase de aquel martirio y enviase a los Salesianos a tomar la dirección de aquellas almas desamparadas, con la predicación, con escuelas, con oratorio festivos y en fin con la cooperación de las Hijas de María Auxiliadora. Don Lasagna dio esperanzas al buen Prelado pidiéndole tiempo para consultarlo con los Superiores”. “Los Hermanos de Villa Colón, enterados del caso, estuvieron acordes en que no se debía desaprovechar tan oportuna ocasión de hacer bien, y, para facilitar la obra, se mostraron dispuesto a privarse generosamente de los auxilios que de Italia se aguardaban, a favor de la Parroquia de Paysandú. El Inspector Don Santiago Costamagna, impulsado de su celo infatigable, dio enseguida su consentimiento y bendición a la nueva empresa”.
“No es para descrito el júbilo del Obispo, quien les recomendó saliesen para Paysandú con la mayor brevedad posible en razón de evitar que, cundiendo la noticia, el demonio suscitase obstáculos y resistencias dolorosas”.
“Era el 5 de marzo: se fijó la salida para el día 9, apenas llegasen los Hermanos que debían sustituir a los destinados para la nueva Casa. Una caritativa dama, que hacía las veces de madre de los Salesianos del Colegio Pío, les acomodó a prisa de lo necesario, les proporcionó el dinero para el viaje, y en la tarde del 9 de marzo, D. Juan Carlos Allavena, D. Agustín Mazzarello y el Hermano Santiago Ceva, acompañados por el mismo D. Lasagna se embarcaron a bordo del Cosmos en el puerto de Montevideo”.