Opinion | 21 Abr La confirmación de que las personas con síntomas febriles en estudio existentes hasta las últimas horas en el país, dos en Paysandú y uno en Mercedes, no estaban afectados por dengue, trajo alivio a la región. No obstante, la amenaza sigue incambiada y nuestro pequeño territorio está totalmente rodeado por la epidemia que lleva numerosos muertos tanto en Brasil como Paraguay y también Argentina.
El pasado fin de semana se realizó en Paysandú la primera experiencia de la campaña de limpieza barrial contra el dengue, lo que tomando un término acuñado en otras partes de latinoamérica las autoridades llaman también aquí “descacharrización”.
Según el Comité Departamental de Emergencia, dicho operativo --que se realiza con un camión y personal del Ejército pero con el cual colaboran múltiples organismos-- tiene una evaluación positiva. El próximo fin de semana la misma tarea se hará en otra zona de la ciudad y así sucesivamente. El tema es que no necesariamente tenemos que esperar que pase el camión por nuestro barrio para juntar las decenas de cosas que habitualmente quedan tiradas en nuestros patios y fondos y que pueden transformarse en lugares aptos para que el mosquito aedes aegypti --que existe en Paysandú y lamentablemente en porcentajes mucho mayores a los deseados-- ponga sus huevos y de allí surjan nuevas generaciones de este enemigo de la salud pública.
Juguetes olvidados deben ser limpiados y puestos a resguardo bajo techo o desechados si son viejos y ya no se usan. Las botellas de vidrio que queramos guardar tendrán que ser colocadas en lugares techados o con el pico hacia abajo; las de plástico sin tapa desechadas, las tapitas que andan sueltas también tiradas, las latas no utilizables eliminadas y las macetas viejas también, los neumáticos agujereados o desechados.
Debemos saber que estamos literalmente durmiendo con el enemigo y no nos perdonará si nosotros no tomamos la iniciativa para eliminarlo. Paysandú, por ser una ciudad fronteriza con un país que tiene epidemia de dengue, está en la primera línea de combate. En caso de llegar el dengue al país estaremos entre los primeros afectados puesto que el litoral del país registra una alta presencia del mosquito transmisor de la enfermedad. Una vez más, la consigna es todos contra el mosquito. El avance del dengue no se para con repelente, sino eliminando el mosquito de cada una de nuestras casas.