Paysandú, Jueves 30 de Abril de 2009
Locales | 26 Abr La representante de la lista 1 del Partido Colorado en la Comisión de Legislación, Nilda Belvisi, sostiene que “es preocupante lo que se da con los perros sueltos en la calle y ha sido objeto de estudio, así como de nuestra preocupación obviamente, porque se crean situaciones inconvenientes hasta para la salud de la gente. Más allá de cualquier otro aspecto, que también se puede considerar, creo que es necesario que los perros no sigan en nuestras veredas. Los vemos en el centro, en los barrios, por donde caminemos hay perros”.
Respecto a la aprobación de una ordenanza departamental, afirma su postura de que “si no hay acuerdo en comisión se lleven las distintas posiciones al plenario, mediante informes en mayoría y minoría, para que en definitiva el cuerpo adopte la posición que crea más conveniente para la ciudadanía”.
Subraya que “uno de los objetivos claros que se debe tener es que los perros salgan de la calle. No es tan necesario legislar, empero, ya que desde el año 1959 hay una ordenanza que establece justamente la prohibición de que haya animales en la vía pública. En ese momento no estaba destinado a los perros, sino a los animales en general, sobre todo a los caballos sueltos en las calles y plazas públicas. O sea que si examinamos el tema veremos que existen instrumentos legales para la acción, pero que -como siempre- no se aplican. Hay cantidad de disposiciones vigentes a nivel departamental: ruidos molestos, normas de tránsito y otras que ya tienen decretos aprobados que no se aplican”.
Admite la edila que “hemos trabajado sobre una ordenanza, pero desde el año 2000 hay sugerencias y protocolos para el trato de los animales en nuestra Junta. Sabemos que en el mes de marzo se aprobó en el Parlamento Nacional una ley sobre la tenencia responsable de animales, pero por sobre todo creo que el Ejecutivo Departamental tiene posibilidades -por lo menos- de ir limitando la presencia de los perros en las calles”.
Opiniones divididas
Belvisi sostiene que en este tema “hay un punto en que se dividen, se bifurcan, las opiniones, y esto también ha ocurrido en la Comisión de Legislación y Apelaciones de la Junta Departamental que integramos. Este punto no es otro que la captura del animal, lo que se vuelve traumático para algunos y no se yo hasta qué grado en nuestro juicio es traumático que los perros callejeros ensucien nuestras veredas y calles. Esto es necesario evitarlo pero, como digo, cuando se habla de qué se hace con esos perros es que surge el tan manido tema de los ‘refugios’”.
“Nosotros pensamos que de las estrategias posibles, quizás no es la mejor y que dentro del panorama que existe en la ciudad de Paysandú debería buscarse una diversidad de alternativas para que esos perros no permanezcan en la vía pública. Vayan a un solo refugio en cantidad o a varios en forma dividida, no sabemos qué beneficio tendrá el animal. Pero hoy día, así planteada nuestra realidad, tampoco vemos qué beneficio tiene ese perro sin comer, sin cuidado alguno, ensuciando al tratar de procurar algo para alimentarse”, subrayó.
Nadie habla de sacrificio
La edila destacó que “antes que nada debería haber dicho que no somos partidarios del sacrificio de los perros; eso bajo ninguna circunstancia y salvo casos extremos por enfermedades terminales. A la exterminación porque sí no la admitimos bajo ningún concepto”.
Reafirma que “hemos escuchado a las organizaciones no gubernamentales (defensoras de los animales), han ido todas, así como a las instituciones de zoonosis, de técnicos veterinarios, del Ejecutivo Departamental y para algunos -sobre todo las ONG- es una mala palabra la posibilidad de que los perros puedan ser capturados y conducidos a un lugar predeterminado en que puedan ser cuidados”.
“Me parece que esos sitios serían lugares a controlar y así no permitir que se ‘amontonen’ los perros sacados de la calle. Pero en lo primero que tenemos que pensar es en el medio ambiente y los perros sueltos ensucian. Es más, prever también aquellas situaciones de personas que llevan sus perros -con correa- a pasear a espacios públicos donde juegan los niños. Pensar si a eso lo admitimos o no. Es obvio que el ser humano tiene prioridad, así lo veo desde mi punto de vista, porque esa es la ley de la humanidad, en la que desde ya incluimos la obligación del trato responsable para con los animales”.
“Ni decir que está el otro riesgo: animales que son de raza pero violentos, feroces, que atacan a quienes pasan a pie o en motos y bicicletas mordiéndolos o haciéndolos caer, con todos los riesgos que ello conlleva para la vida humana”, puntualizó.
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