Historia: 1881

Locales | 24 Abr La obra del padre Albera, traducida por el sacerdote sanducero José M. Vidal, establece: “Apaciguada así la tormenta, la misión de Paysandú fue bendecida por Dios con los más óptimos y sazonados frutos”.
“Cuando desapareció por completo el peligro y todo estuvo bien encaminado, D. Lasagna se despidió de los amigos y bienhechores y bajó al puerto para tornar a Villa Colón. El comandante mismo quiso trasladarle a bordo del Cosmos en la falúa de la capitanía en la cual flameaba el pabellón nacional”.
“Entretanto, los sacerdotes salesianos que habían quedado en aquella vastísima parroquia se apresuraron a organizar el catecismo para niños, cautivándolos con regalos y más aún con buenas maneras. Con el esplendor del culto y el aliciente de la música atrajeron a la iglesia a los adultos, a quienes dieron toda comodidad de acercarse a los Santos Sacramentos, y así se vió a muchos que ya no frecuentaban el templo alimentarse con las carnes del Divino Cordero en ocasión de la Pascua florida. El nuevo párroco, don Juan Carlos Allavena, no bien le fue posible emprendió la visita de la inmensa campaña sujeta a su jurisdicción espiritual. Empleó en ello varios meses, durante los cuales bautizando, bendiciendo matrimonios y desempeñando las demás funciones de su sagrado ministerio, vivió entre aquellos pobrecitos que, entregados a las faenas ganaderas, habitaban sus ranchos de paja y terrón, sin ver nunca el rostro de un ministro de Dios. D. Lasagna, enterado de lo que pasaba, dirigía y animaba desde Montevideo este movimiento, gozándose santamente del bien que se hacía”.
“En relación a estos hechos, el diario “El Paysandú” en su edición del sábado 19 de marzo de 1881 indicaba: “Se nos informa que anoche, varios jóvenes cometieron algunos inconvenientes en el templo. No profesamos la doctrina del catolicismo pero por lo mismo, condenamos esas manifestaciones irrespetuosas, que en vez de surtir el efecto que se proponen sus autores, prestigian, ante los ojos del vulgo, el credo que ellos quieren combatir”.
“Ayer se desembarcó el magnífico armonium con que ha sido dotada la iglesia. Hoy se estrenó en la fiesta hecha al patriarca San José”.