Opinion | 27 Abr La situación regional creada por la expansión del dengue es preocupante. La enfermedad se encuentra muy cerca de nosotros, habiéndose detectado en los últimos días cuatro nuevos casos en Entre Ríos. En Paysandú, los centros asistenciales cuentan con puestos centinela para detectar los casos febriles sospechosos y tanto el Hospital como Comepa han preparado salas especiales con mosquiteros y todo lo necesario para atender a pacientes enfermos de dengue.
Aquí, desde hace más de una década que el Ministerio de Salud trabaja en medidas de prevención contra el dengue a través de la encuesta larvaria en hogares, además de difundir información. La fumigación, que también desde hace tiempo realiza la Intendencia, es efectiva para matar al mosquito adulto, pero no elimina las larvas ni los huevos de aedes aegypti que pueda haber en nuestras casas. Sin embargo, el grado de infestación por este vector, que llega al 70% según lo informado, da la pauta que existen condiciones muy favorables para que el mosquito siga vivito y picando. Solo el hecho de no haber llegado a nuestra ciudad ninguna persona enferma de dengue o --aunque parezca milagroso-- ningún mosquito infestado con el virus, ha determinado que aún no tengamos enfermos.
Este simple punteo de la situación indica que estamos ante una situación no solo preocupante sino grave. No obstante, las medidas contra el dengue que desde el Comité de Emergencia se han tomado no están en consonancia con la seriedad de la situación y seguramente confunden a la población.
¿Si el asunto es grave, no merece la población de Paysandú medidas más eficaces y urgentes que las que se han tomado? “Descacharrizar” una barriada por fin de semana ¿acaso no es una acción insuficiente si tenemos en cuenta que llevará por lo menos dos meses extender estas jornadas de limpieza a todo Paysandú? ¿Por qué el Comité de Emergencia no ha dispuesto aún una jornada masiva de limpieza en toda la ciudad, que permita llegar con un mensaje más contundente a la población y también que la gente de toda la planta urbana pueda deshacerse rápidamente los “cacharros” que tiene en su casa?
¿Por qué hemos visto durante dos fines de semana consecutivos solo a un camión del Ejército y seis efectivos militares --además de algunos voluntarios, algún representante del Hospital y la directora departamental de Salud-- realizando la tarea de “descacharrización” cuando la propia Intendencia, que preside el Comité de Emergencia, tiene los sábados de tarde y domingos la mayoría de sus camiones parados y bien podría disponer de ellos así como de personal para reforzar la tarea y llegar a más barrios en forma simultánea? ¿El resto de los organismos públicos existentes en Paysandú --y son varios-- no podría colaborar proveyendo camiones y funcionarios?
Son muchas las preguntas que la población se está haciendo en este momento, especialmente si comparamos con las acciones que se están tomando en otros departamentos. En ese sentido y solo por citar un caso, el sábado pasado en la ciudad de Mercedes se movilizaron 27 vehículos para la misma tarea. La lucha contra el dengue exige señales claras y acciones decididas. Y eso no se ha visto todavía por aquí. Muy por el contrario, lo que hemos tenido a la vista son medidas demasiado tibias y escasamente a la altura de la gravedad de la situación.