Paysandú, Domingo 03 de Mayo de 2009

La voz del público

Locales | 29 Abr Reflexiones
Ocurrió hace días el ataque contra la Parroquia del Sagrado Corazón, que no es el primero ni el más malo y que estaba en los planes de Dios, no hay duda.
En estas líneas voy a referirme a otros ataques que, por sutiles, no dejan de tener peores consecuencias, y no perpetrados por infelices ignorantes. Uno de estos, el hecho de haber sacado la capilla del Hospital con el pobre argumento de falta de espacio.
Otro ataque del que es casi imposible medir el alcance de su maldad es el proyecto de “Salud reproductiva” o legalización de aborto, esa ley que la presentaron y los que la votaron hacen que los bárbaros Nerón, Hitler y asesinos de aquí en tiempos anteriores y durante la dictadura, parezcan inocentes, porque pretenden decidir quien puede nacer y quien no. Es mil veces peor que lo malo que es matar por ideas u obras.
No es menor tampoco lo pasado el jueves santo en plaza Acuña. Hago esta reflexión para el intendente, porque cuando votamos no se votan directores, así que las decisiones políticas y de relacionamiento las toma el intendente. Piense en un ser muy querido para usted que se encuentre en sus últimas horas de vida, sufriendo, y ya se puede prever el fin y usted lo acompaña en su dolor mientras al frente de su casa se juntan con bombos y platillos de fiesta y murga porque sí nomás; el mismo sentimiento, si usted anda bien de la imaginación, tuvimos los cristianos este jueves santo cuando recordando las últimas horas de Jesús, los terribles sufrimientos y tormentos que pasó por amor a toda la humanidad; nos costó llegar hasta la casa de Dios, tratar de recordar en silencio y meditar sobre el fundamento de la vida y la libertad que nos dejó con ese acto supremo, y afuera había murga (no es carnaval), música de cualquier tipo, y que se sepa no se festejaba nada. O sea, tan irracional como festejar la esclavitud.
Reflexiono yo ahora y lo pongo a usted en el lugar de Poncio Pilatos (el político que se lavó las manos) y me entristece pensar que en dos mil años no nos dimos cuenta de donde está la verdadera libertad. Porque Jesús, en su cruz, clavado de pies y manos, fue el más libre hombre que haya vivido en este mundo, y trató, con su ejemplo, de hacernos libres a todos. Y hoy nuestros gobernantes se abrazan a sus cadenas e intentan mantenernos esclavos.
A todos los que declaran en sus campañas políticas que hay que atacar la inseguridad (que es muy cierto que existe) cultivando valores morales, les digo que no se siembra si no hay semilla y no se cultiva lo que no existe, hoy la chacra está dominada por las malezas y si seguimos mirando desde el alambrado no va a haber cosecha, como dijo Jesús: “El que pueda entender, que entienda”.
En lo que sí hay razón es que la verdadera crisis es de moral y ética; ahora, estos valores solo se fomentan sobre bases religiosas, porque si la vida no es más que pasar un lapso, corto en realidad, dejando la misma huella que una flecha, no tendría sentido ser honesto o solidario. Pero para quien busca la paz y por qué no la perfección (fuimos creados a imagen y semejanza de un Dios perfecto) sí tiene mucha importancia imitar la vida que llevó Jesús en su vida terrena que todo lo hizo por amor.
Aplicar esto en la educación no avasalla en nada la laicidad del Estado donde se escudan muchos políticos ciegos, del gobierno y la oposición. ¡Piensen y actúen! C.I. 2983.591-9


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