Nacionales | 30 Abr Sin ir a trabajar
Uruguay sigue siendo un país del “pe, pe, pe, pe” (imagine usted la música...) y las pocas ganas de trabajar. Esa es la actitud de los legisladores que parecen estar más ocupados en sus campañas con miras a la interna que en ir a trabajar.
Informa “La República” que la Cámara de Diputados convocó a una sesión extraordinaria, pero a la hora señalada varios legisladores faltaron sin aviso y no llegaron ni al número mínimo para sesionar, que es 50.
En la sesión iban a ser sancionados dos proyectos: la ley aprobada en el Senado que prorroga hasta el 31 de mayo de 2010 los plazos para registrar los títulos en propiedad de los predios que integran las colonias del Instituto Nacional de Colonización, y la que establece el alcance que se le concedió a la ley sancionada el 3 de abril, referida a la cuota femenina en la política. Esta última ingresaba con carácter “grave y urgente”, pero aún así no hubo legisladores suficientes para iniciar la sesión.
La bancada frenteamplista registraba notorias ausencias: en la colorada había hasta eco --vacía de arriba a abajo-- y en la blanca  solo cinco presentes: Adriana Peña, Álvaro Lorenzo, Javier García, Pablo Abdala y Mauricio Cusano.
Argimón dio la nota
El destaque parlamentario lo dio la diputada Beatriz Argimón. La legisladora de Alianza Nacional no asistió pues estaba participando, en otra sala cercana, en el lanzamiento de la lista 2008 de Canelones, que comparte con el también diputado Alberto Perdomo. Ajena a toda información sobre el levantamiento de la sesión por falta de legisladores, Argimón se acercó a la puerta, miró hacia todos lados y preguntó: “¿Qué pasó acá?”.
Ante la explicación de que no hubo quórum, respondió: “Ah, yo les pedí que no convocaran a una sesión extraordinaria”. E inmediatamente agregó: “¡Lo peor es que me hicieron faltar al programa!”, refiriéndose a su participación en “Esta boca es mía”, que emite Canal 12. Muchas cosas por hacer, menos legislar, que es para lo que se le paga.
Difícil para desmontar
El equipo de asesores económicos de Unidad Nacional le advirtió al precandidato Luis Alberto Lacalle que no prometa mucho. Parece que la cosa es “difícil” de desmontar y no hablamos de ningún caballo, sino del IRPF, motivo de muchas promesas en la oposición. Consigna “Últimas Noticias” que de acuerdo a los pronósticos “cada vez peores” para 2010, será casi imposible derogar el IRPF en ese año.
El grupo asesor le advirtió al precandidato blanco que de acuerdo a los “cada vez peores” pronósticos de la economía para marzo del próximo año, no aparece como posible eliminar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas en 2010, sino que dicho compromiso electoral deberá esperar, incluso “los cinco” años.
El economista Hernán Bonilla señaló al matutino capitalino que la principal preocupación de Lacalle y el equipo es tratar de saber a ciencia cierta con qué se va a encontrar si asume el 1º de marzo del año próximo, para a partir de ahí poder cumplir con el programa de gobierno, o bien ir modificándolo. El asesor destacó que al menos no se podrá quitar del todo el impuesto en 2010, por su elevado costo fiscal en un contexto recesivo.
De todos modos, Bonilla insistió con que la eliminación del IRPF es un “compromiso”, aunque reconoció que no se puede asegurar a ciencia cierta cuándo se podrá alcanzar, por lo que “incluso nos podría llevar los 5 años”.
A no debatir
Por otra parte, los técnicos de Lacalle acordaron no aceptar los debates que propone Alianza Nacional. “Nosotros integramos un mismo partido y tenemos un común denominador muy grande de posiciones, entonces, por qué vamos a buscar acentuar separaciones cuando los matices son conocidos”, declaró el precandidato.
¿Pautas electorales?
La Conferencia Episcopal pronunció pautas para los fieles católicos para las elecciones. Los obispos subrayaron, en relación a la oferta electoral, los principios básicos de la Iglesia y especialmente el valor de la vida.
Según señalaron informantes a “El País”, la iglesia no realiza juicios sobre cómo se está presentando la campaña electoral, sino sobre las pautas “que hay que tener en cuenta para que un país sea próspero, civilizado, justo y solidario”. Esto se expresa “desde una perspectiva cristiana” pero en el entendido de que se trata de “valores compartibles y compatibles con otras miradas desde ángulos no creyentes”.
Los obispos no se pronuncian contra los candidatos partidarios de la legalización del aborto, pero se admitió que el de la vida “es uno de los valores fundamentales” a los que se hará referencia en el pronunciamiento. La iglesia buscará además generar instancias concretas que subrayen estas “pautas de discernimiento” que proponen a los católicos uruguayos para que definan su sufragio en consonancia con los valores básicos de la religión.