Locales | 03 May El transporte fluvial en barcazas por la hidrovía Paraguay-Paraná-Uruguay se vuelve a presentar como posible “luego de la ruptura de la burbuja de precios altos para la mayoría de los commodities con la crisis financiera global”, subrayó a EL TELEGRAFO el Cr. Raúl Cancelo.
Recordó que esta crisis se fue agravando desde setiembre de 2008 y que la gran mayoría de las empresas la está padeciendo “por distintas circunstancias, y entre sus consecuencias se da una significativa reducción del transporte fluvial en barcazas”.
Observó que “como resultado de la crisis global se está teniendo una reducción del comercio internacional, lo cual a su vez trajo aparejado una menor demanda de barcazas para el transporte fluvial de mercaderías  por la  Hidrovía, y estamos en un período en el que se está volviendo a la situación  en que la oferta de barcazas supera a la demanda”.
“Actualmente Azucarlito está en vías de concretar la financiación de una operación de compra-venta de 5.000 toneladas de azúcar crudo producido por una usina de  Mato Grosso do Sul, condicionada a su embarque en  barcazas  dentro del corriente mes de mayo, lo cual permitiría trabajar otros 12 días en tareas de refinación  y disponer de azúcar refinado hasta mediados de julio” a efectos de su comercialización en el mercado interno, señaló el director gerente de la empresa sanducera.
Esta alternativa es notoriamente más accesible desde el punto de vista económico que el transporte por vía marítima desde Paranagua, en el extremo este de Brasil, que ha sido utilizado en los dos últimos embarques por la falta de barcazas en la hidrovía.
Los buques oceánicos no están en condiciones de llegar hasta Paysandú por la falta de calado y tampoco se da la posibilidad de descargar el azúcar en Fray Bentos, cuyo puerto tiene dificultades operativas para la descarga debido a que no cuenta con una grúa adecuada. Ante estas dificultades, Azucarlito realizó el trasbordo a camiones en Nueva Palmira, lo que le ha significado un sustancial aumento en los costos.