Policiales | 11 May Uno de los puestos de venta de comestibles ubicados en las cercanías del Parque de los Niños fue objeto del hurto número 22 y sus propietarios se quejaron de la falta de vigilancia e iluminación en la zona.
Según información extraoficial, durante la madrugada del domingo desconocidos se introdujeron en uno de los locales que funcionan junto al referido espacio público y hurtaron, entre otros elementos, varias cajillas de cigarrillos, una calculadora, un cajón con monedas y un farol a gas. Se trata de un local dedicado principalmente a la venta de pasteles y tortas fritas, y en esta ocasión los delincuentes perpetraron el robo tras dañar un candado.
Los propietarios del negocio manifestaron su indignación con lo sucedido, ya que desde que se instalaron allí han sido objeto de nada menos que 22 hurtos.
Según relataron, el área de Baldomero Vidal ubicada entre Ayuí y Batalla de las Piedras se ha transformado en los últimos meses en “tierra de nadie”, ya que las pandillas deambulan noche y día molestando a los comerciantes y exigiéndoles “colaboraciones”.
También se quejaron de la escasa iluminación que presenta esa zona, ya que los encargados encienden solamente una columna por medio y las luminarias se activan demasiado tarde, en tanto utilizan lámparas amarillentas y de escasa potencia. Señalaron la escasez de vigilancia y aseguraron que las “barras” de desconocidos (de hasta 12 personas) han perdido completamente el respeto por los demás y habitualmente llegan hasta el mostrador para exigir cosas.
Estos comerciantes aseguraron que el puesto de venta es la única fuente de trabajo que poseen y se manifestaron indignados con la ola de robos. Admitieron que la Policía acude cada vez que se solicita su presencia, pero lamentaron el total estado de indefensión en que se encuentran ante el accionar de los delincuentes.