Policiales | 06 May Tres sujetos rapiñaron violentamente ayer a las propietarias de un comercio ubicado en la esquina de Ituzaingó y Entre Ríos. Mientras uno permanecía de “campana”, los otros dos delincuentes ingresaron al local a primeras horas de la mañana, amenazaron con un cuchillo a sus víctimas y cuando huían con dinero y mercadería apuntaron con un revólver a un repartidor de verduras.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, la rapiña se produjo próximo a las 8.30, en momentos en que la propietaria –de 84 años- y su hija se preparaban para recibir a los primeros clientes y proveedores.
Fundamentalmente en horas de la noche y conscientes de los graves peligros a los que se exponen, las señoras atienden a los clientes a través de una reja, pero a esa hora, para evitar demoras a los proveedores, la habían dejado abierta.
En determinado momento ingresaron dos individuos con el rostro semicubierto por capuchas y gorros. Uno de ellos se dirigió a las encargadas solicitándoles bizcochos y mortadela. La menor de las aludidas se dirigió con desconfianza hacia la cortadora de fiambre y en ese momento notó que un tercer individuo aguardaba cerca de la puerta.
Todo sucedió en segundos. Cuando la señora de 84 años se acercó a un exhibidor ubicado en el centro del local para tomar un bizcocho, uno de los desconocidos la tomó del cuello y la arrastró hasta el borde del mostrador, mientras el otro sacó a relucir un cuchillo. Ambos delincuentes comenzaron a gritar pidiendo el dinero. Desde la cortadora de fiambre, la señora de menor edad contestó que se llevaran lo que quisieran, pero que no lastimaran a su madre.
Pudo ser peor
El delincuente armado con el cuchillo pasó su cuerpo por sobre el mostrador, abrió un cajón y extrajo dinero y al menos veinte tarjetas telefónicas. El otro en tanto, sin soltarla ni un segundo, arrastró nuevamente a la señora hasta un estante donde se encontraba el teléfono y cortó el cable. Ya con dinero, tarjetas y mercadería en su poder, ambos se dieron a la fuga en el preciso momento en que un repartidor de verduras ingresaba al local.
Uno de los rapiñeros le apuntó con un revólver y lo amenazó con dispararle si daba la voz de alerta. El hombre alzó los brazos y ambos pasaron rápidamente junto a él, alcanzaron la salida y, en compañía del que hacía de “campana”, huyeron por Ituzaingó en dirección al oeste. Enseguida, utilizando su celular, el vendedor alertó a la Policía y poco después acudió personal de la Seccional Segunda.
No es la primera vez que los responsables de este comercio son víctimas de un ilícito. Hace aproximadamente un año, desconocidos dañaron los vidrios de un local contiguo –donde funciona una pequeña tienda-- y hurtaron mercadería.
En el afán de protegerse de los ladrones, instalaron una reja en la puerta del almacén, pero bastó con permanecer un segundo desprotegidos para volver a ser objeto de un ilícito, en esta ocasión particularmente violento.