Paysandú, Martes 12 de Mayo de 2009
Deportes | 12 May El pibe deja ver ese orgullo incontenible más allá de su característica humildad. Nicolás Mezquida es de esos que siguen hablando de “usted”, de los que todavía se ponen nerviosos en el buen sentido a la hora de ver la luz roja que indica que el grabador está encendido. De los que sigue agradeciendo una y otra vez el apoyo de todos quienes colaboraron, de una u otra manera, para que el sueño se transformara en realidad.
El delantero de Peñarol, señado ya por el Schalke 04 alemán con apenas 17 años, se repite una y otra vez que estará –como si no lo pudiera creer-- en el Mundial Sub 17 vistiendo la camiseta de Uruguay. La misma blusa celeste con la que se consagró goleador del Sudamericano Sub 15, y con la que hace pocos días festejó el tercer puesto en el Sub 17 y la consiguiente clasificación al Mundial.
“El primer objetivo era lograr la clasificación al Mundial, y haberlo conseguido es un sueño, como para todo jugador de 17 años. Es una alegría enorme no solo para mí, sino para la familia y la gente que siempre estuvo al lado”, dijo el futbolista.
“El título era el otro objetivo, pero no se pudo. Perdiendo un partido Brasil quedó primero, y nosotros perdimos ante Argentina y ya nos quedamos sin chances. Con esta forma de disputa era complicado, más con la serie que nos tocó”, agregó. Esta vez no tuvo la cantidad de minutos en cancha que hubiera deseado, pero Mezquida asume que quizá se debió al sistema táctico empleado por el técnico Ronald Marcenaro, que provocó además que el equipo no mostrara el nivel de juego que se preveía. “Tuvimos un planteamiento con un 4-2-3-1, o sea que podía ingresar si estábamos perdiendo o necesitábamos del triunfo. Quizá no nos sentíamos tan cómodos. Sí en la mitad de la cancha porque teníamos más gente, pero el punta estaba muy solo y tenía que desgastarse mucho. Fuimos efectivos, sin un juego vistoso”, dijo.
Mezquida agregó que “quería en cada partido entrar y mostrar lo máximo. Pero por otro lado si no entraba quería decir que el equipo estaba ganando. Cuando me tocó entrar ante Argentina… era el partido más lindo para jugar, pero no tuvimos una buena noche. Regalamos los primeros 15 minutos y nos costó el partido, más allá de las chances de gol que generamos, incluyendo la mía”.
El delantero de Peñarol sabe que “más allá de que no me destaqué tanto, sé que aporté algo importante al grupo, como todos los jugadores. Me han pasado cosas hermosas en estos cinco años, como entrenar con el plantel principal de Peñarol, tener por delante un Mundial o el pase al Schalke 04 alemán”, al que se sumará el 1º de enero, más allá de que a mitad de año viajará a Alemania para ser evaluado por el cuerpo médico y técnico.
Ahora es tiempo de volver a entrenar con el primer equipo de Peñarol, esperando la chance de debutar en Primera, soñando con festejar el primer gol en el Estadio Centenario. “Me quedan muchos desafíos por delante gracias al apoyo que me ha dado toda la gente a lo largo de este tiempo”, afirmó una y otra vez Mezquida, con su humildad tan a flor de piel como el orgullo de vestir la celeste.
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