Opinion | 10 May La irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación en nuestras vidas es un fenómeno que ya no tiene vuelta atrás y que, por el contrario, parece extenderse cada día con el uso de nuevas aplicaciones tecnológicas y la apropiación que de ellas hacen las personas y empresas. Esto se aplica tanto para asuntos complejos como la creación de software a otros más simples y cotidianos como navegar en Internet y el uso masivo del celular.
Uruguay es uno de los países líderes en la región en cuanto a conectividad, lo que queda reafirmado no sólo con la cantidad de computadoras domésticas y cibercafés existentes, sino que a esta corriente se suman nuevas iniciativas como el Plan Ceibal y la instalación de zonas Wi-Fi en lugares públicos y comercios.
Según la última encuesta difundida por el Grupo Radar sobre “el perfil del internauta uruguayo”, a diciembre de 2008, Uruguay tenía 1.340.000 usuarios de Internet. En Montevideo un 50,7% de los hogares posee una computadora y en el interior un 49,6%. Otros datos de interés indican que en Uruguay un 7% de los menores de 5 años es usuario de Internet y que son aproximadamente 200.000 las personas que participan en la red social Facebook.
Por el momento --según la misma encuesta-- chatear, leer el correo electrónico y buscar información son las principales actividades que se desarrolla en la red de redes en todo el país. Esto está dando la pauta que existe aún mucho para crecer en materia del uso productivo de Internet para hacer otras cosas, como estudiar, emprender y trabajar. Hoy la tecnología nos da la posibilidad de desconcentrar, superar barreras geográficas y económicas y permitir el acceso a la educación y formación permanente en forma remota. Esto implica la necesidad de buscar nichos que antes no existían y pueden contribuir en forma muy significativa al desarrollo personal y profesional de nuestra gente, en especial de los jóvenes.
Es una tarea de largo aliento pero que no puede ser demorada, y Paysandú está liderando algunos de estos procesos con la radicación de la carrera de tecnólogo en informática que comenzará mañana, el proyecto “Puerto Digital Paysandú Innova”, la tarea de alfabetización digital que realizan los centros MEC tanto en la ciudad como en el interior departamental y el impulso de oportunidades de capacitación on line en el área de las TIC, que desde hace poco existe. Impulsar estas cosas requiere de la articulación de actores públicos y el compromiso del sector privado. En eso estamos y ojalá prosperen estas y muchas otras iniciativas similares que puedan surgir.