Deportes | 17 May La realidad de Peñarol es cada día más complicada. El plantel armado con la finalidad de ganar el Campeonato Uruguayo ha respondido tan poco, que hoy lucha desesperadamente por mantenerse en zona de clasificación para la Liguilla.
El equipo hoy dirigido por Julio Ribas sigue sin responder. Pero lo peor es que mientras muestra que su techo futbolístico está casi al ras del piso, las tres derrotas consecutivas parecen demostrar que el pozo en el que ha caído Peñarol no tiene fondo. Ayer, River Plate aprovechó el mal momento de los carboneros para ganar claramente por 2 a 0, logrando una victoria contundente pero corta en cifras si se tiene en cuenta la diferencia entre uno y otro en la cancha. Más allá de que Peñarol debió realizar dos cambios obligados en el primer tiempo por lesión (se sintieron el golero Sosa y Asconeguy), River fue superior y llegó al gol por intermedio de un penal de Zambrana (11’), y la definición de Córdoba (52’).
En el inicio de la 12ª fecha del Clausura los darseneros confirmaron que han levantado su nivel futbolístico, e incrementaron su chance de ingresar entre los seis mejores de la tabla anual, que clasificarán a la Liguilla.
Para Peñarol la cosa se complicó demasiado, y no solo porque definitivamente se despidió del título del Clausura. Es que volvió a tropezar en el camino del único objetivo que le queda, la Liguilla, justo a una semana de afrontar el clásico, que puede amortiguar la calurosa sensación térmica entre los hinchas o desatar el infierno.
Cabe indicar que fueron expulsados Ithurralde (76’) en Peñarol y Ronaldo Conceicao (90’) en River Plate.
Cerro Largo festeja
Centésimas le alcanzarán a Cerro Largo para mantenerse en Primera, luego de que le ganara el duelo a Juventud de Las Piedras. Los arachanes vencieron de local por 3 a 1 (el primer gol fue del sanducero Leonardo Rivero) a un equipo pedrense sentenciado al descenso.
Danubio, por su parte, volvió a la victoria al derrotar 1 a 0 a Bella Vista.

EN EL OJO DE LA TORMENTA
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores de Peñarol volvieron a retirarse del Estadio Centenario en medio de un gran dispositivo de seguridad, que no pudo evitar algunas piedras.
La Policía custodió la salida del presidente Juan Pedro Damiani y el vice Edgar Welter, quienes fueron permanentemente insultados por los hinchas. Ambos dirigentes optaron por sentarse en el palco oficial, a la vista de los simpatizantes,. Damiani, incluso, reaccionó y debió ser contenido por su hija. Los jugadores y el técnico Julio Ribas no se salvaron del descontento de los simpatizantes. Al final del partido nadie quiso hablar. Plantel y cuerpo técnico indicaron que volverán a dar declaraciones después del partido ante Nacional.