Octacilio echenagusía

Rurales | 16 May El presidente de la Federación Rural, doctor Octacilio Echenagusia, señaló que mientras se continúa en estado de emergencia, “ahora se está viendo otro problema a nivel de los productores, que es una falta de liquidez monetaria muy grande”. Sostuvo que “hay gente que está pidiendo prórrogas al Banco de Previsión Social para poder realizar los pagos. Hay falta de dinero y esto es muy grave, porque en invierno no se puede hacer caja. El invierno es aguantar hasta temperaturas más elevadas”. Tradicionalmente, las ventas de animales gordos se hacen en abril y en primavera, ya que son épocas que ofrecen una mejor oferta de pasturas. Pero este año la sequía azotó con dureza al campo, llevando a que los productores no tengan los animales prontos para el otoño y deban enfrentar el invierno con ganado mal preparado. “En las bajas temperaturas el animal hace un gasto de energía muy grande. Si no tiene pasto debe tener forraje para recuperar las calorías”. Los productores, a raíz de la seca histórica que vienen sufriendo desde el verano, no están en las mejores condiciones para seguir enfrentando situaciones climáticas adversas. Sin embargo, las lluvias caídas en los últimos días ayudaron a levantar el ánimo de quienes viven y trabajan con el campo. Para Echenagusía, con estas los productores “ven las cosas con otra esperanza”, aunque aclaró que la situación está lejos de ser óptima. Un clima menos severo sin duda ayuda, pero revertirlo tomará mucho tiempo.
Respecto a las heladas, Echenagusía dijo a El País digital que claramente son negativas en las condiciones actuales, pero explicó que hasta el momento no han sido tan severas como se esperaba y el hecho de que se produzcan luego de las lluvias, su impacto sobre la tierra no es tan grave. “Arriba de la lluvia no es tan severa como sobre campo seco. Si las heladas son pequeñas, que haya llovido antes amortigua el efecto”.
Si la helada es grande, igualmente este será menor que sobre tierra seca. La lluvia permitirá que nazcan los verdeos que se hicieron hace un mes o más. “Se supone que algo de forraje se va a tener, siempre y cuando las temperaturas sean normales para la época”. Si no hubiese llovido, la situación sería otra. Con seca, sin pasto y sin la posibilidad de llevarlos a otro campo con pastura, la única solución es comprar ración, fardos o forraje. Pero para muchos productores esto implica un gasto económico demasiado grande.
agua
El agua caída fue buena para las pasturas en algunas zonas, pero hay otro problema más grave que no se ha revertido: el acceso a reservas de agua como los tajamares o cañadas. Estos estaban ya secos antes de las lluvias, pero no llovió lo suficiente como para llenarlos, por lo que se sigue sin tener acceso a ellos. Echenagusía explicó que esto es algo insólito para el otoño, época en la que no se tenía este problema de falta de agua.
Precisó que “aunque el ánimo está mejor, falta mucho para revertir la situación. Además, el mínimo crecimiento de las pasturas se registra en invierno”. Si la situación empeora no habrá una buena oferta de forraje, indicó el titular de la FR.