Locales | 14 May La jefa departamental de INAU, Mónica Innella, recordó que la Justicia posee mecanismos para emitir fallos como el que derivó en el procesamiento con prisión del menor infractor apodado “El Maikol”, en tanto dijo que en casos como este existe la posibilidad de que el menor permanezca bajo responsabilidad de otros familiares o ingrese a programas de tiempo completo en INAU. Respecto a los menores con problemas de conducta que en Paysandú son alojados cerca del resto, la jerarca aclaró que actualmente son tres y permanecen en un lugar “contiguo”. Dijo que la institución trabaja para subsanar este problema, pero insistió en que no puede desamparar a estos menores.
Para Innella la resolución judicial que involucró a los padres del “Maikol” fue “importante”, pero insistió en que la ley “existe” y que este tipo de procesamiento es “resorte” del Poder Judicial. “Es bastante más complejo de lo que piensa el común de la gente en la aplicación de la ley”, explicó.
Añadió que el caso “Maikol” fue muy complejo porque involucró una situación familiar también problemática.
“Se estuvo trabajando en una situación familiar bien complicada; veníamos diciendo que en este tipo de perfil de adolescente no es solo el adolescente el que está en situación de complejidad, sino que toda la familia”. Respecto a la situación que deben enfrentar los menores cuando sus padres son procesados, Innella explicó que lo ideal es que el resto de la familia u otros “referentes afectivos” puedan hacerse cargo de ellos, o en caso contrario pasan a “alguno de los programas de tiempo completo de la institución”.
“Eso no se puede generalizar porque depende de la situación en particular de cada caso”, aclaró.
Menores problemáticos
Desde hace mucho tiempo y desde diferentes ámbitos se plantean las dificultades que en nuestra ciudad genera la derivación de menores problemáticos o con anotaciones policiales a dependencias de INAU, donde son alojados junto a menores que exhiben buen comportamiento. Como hemos informado en más de una oportunidad en base a fuentes extraoficiales, la llegada de menores problemáticos genera conflictividad y propicia actos de intimidación contra el resto de los residentes del hogar.
Innella aseguró que actualmente son tres los menores que están en esa situación, pero aclaró que éstos no tuvieron problemas con la ley y que por tanto no se trata de “infractores”, sino de menores en situación “de calle” o con problemas de orden familiar. Aclaró que la situación preocupa a las autoridades de INAU y se gestiona la posibilidad de habilitar un hogar alternativo para estos jóvenes.
“El tema de Paysandú es particular, porque los chiquilines que están contiguos al hogar infantil –que son tres- no ingresaron por conflictos con la ley, o sea que no se pueden tipificar como niños infractores”, aclaró.
Dijo que la institución se preocupa por el tema y aclaró que la presencia de esos menores en ese lugar responde a una “medida alternativa”.
“Se sigue trabajando, porque hay que buscar un lugar para ellos, una reubicación (...) Nunca dije que fuera el lugar ideal, simplemente se tomó eso como una medida de alternativa para dar respuesta a aquellos chiquilines que tienen dificultades y están en situación de calle”, subrayó.
Admitió que “no es lo ideal” que permanezcan donde están, pero insistió en que el instituto debe “dar respuesta” a estos menores, en tanto recordó que se cuenta con la asesoría de un siquiatra y se trabaja en coordinación con instituciones públicas y privadas de salud.
“Se sigue trabajando en busca de reabrir o alquilar una casa para este tipo de chiquilines, separándolos de forma total de donde están ahora”, afirmó.
Asimismo, recordó que aquellos menores a quienes la Justicia priva de su libertad por cometer delitos “no quedan en Paysandú”, sino que son “derivados a otros centros” y quedan a cargo del equipo técnico de Montevideo.
Respecto a soluciones definitivas para esta problemática, Innella insistió en la “prevención” y “calidad de atención en los primeros años de vida”.