MARIELA BRACESCO

Rurales | 22 May Mariela Bracesco y su madre, María Teresa Piñeiro, son conscientes de que el asesoramiento es fundamental para salir adelante en un establecimiento agropecuario y poder vivir actualmente del campo. Pero, obviamente, para que las cosas funcionen hay que dedicarles tiempo todos los días.
Desde hace más de 15 años el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira, técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA), asesora en el manejo de las pasturas y el ganado a la familia Bracesco, al igual que la ingeniera Mary Roberts del Instituto Nacional de Colonización (INC), quienes reconocieron que “la mayor dificultad era el agua, ya que a pesar de tener costas hacia el Queguay, no tenía acceso al agua del río”.
“Primero me sumé al proyecto ganadero y luego entré en el PPR, lo que me ha permitido tener otro técnico que me asesorara y salir adelante en esta primera etapa”, señaló Mariela Bracesco a EL TELEGRAFO.
Ubicado en la Colonia Juan Gutiérrez, en las costas del río Queguay, el campo de 398 hectáreas contaba con 19 potreros, de lo cuales antes de iniciar el trabajo con el PPR tenía solo 7 con agua. “Cuando había seca se me secaban los pocos tajamares existentes en el campo y tenía que abrir todos los potreros”.
“Con el primer proyecto de prevención de la sequía obtuvimos un pozo, el molino y un tanque australiano, y los bebederos”. Acotó que una primera experiencia fue con tajamares, “pero no tenía mucha cuenca, por lo que no dio resultados”. Explicó que el geólogo del proyecto “se encargó de indicar dónde hacer el pozo y en la presente seca no han surgido inconvenientes”.
Entiende que es muy importante “tener claro lo que uno quiere; porque si eso no sucede, las cosas no funcionan”. El principal ingreso del establecimiento es la lana. Se producen ovinos con ciclo completo y la cría de vacunos, haciendo ciclo completo con las hembras y comercializando los machos. El manejo se realiza sobre 0,89 Unidades Ganaderas por hectárea. Mariela Bracesco fue terminante: “si trabajás y cuidás lo tuyo, se sale adelante. Vivimos bien: tenemos luz, televisión, Internet y todas las comodidades. Un vehículo para movilizarnos y nos da bien para vivir”.