HISTORIA: 1830

Locales | 27 May Dice luego el sacerdote en su relato “La Jura de la Constitución”:
“De cuando en cuando aparece alguna de las autoridades, sobre todo, Don Francisco Rivarola, Alcalde Ordinario la primera autoridad de la Villa y del Departamento, que se multiplica para que todo salga bien y se haga con el mayor esplendor posible. Aquí da una orden, allí hace una observación, más allá se entera de lo que falta, e intercala un sonoro taco para corroborar sus órdenes o dar fuerza a sus observaciones. El está en todo y todo quiere verlo”.
“También la Iglesia está de fiesta. El Párroco interino, Don Bernardo Nells de La Viña, que ha de presidir la ceremonia de la Jura, en ausencia de Don Solano García que, como Constituyente, se halla en la Capital, quiere que la pobre y destartalada iglesia de la Villa, en la que se ha de cantar el solemne Te Deum, vista todos los trapitos de cristianar, y tiene, como quien dice, en un pie a los sacristanes y demás comedidos que los ayudan, para que todo lo limpien y acicalen, tapando y disimulando los desperfectos y desconchados de las paredes, para que la casa de Dios se vea remozada en el día de la Patria”. “Por allí está también el acróbata italiano ‘Signor Mazzietti’, que promete una extraordinaria ‘funzione di fantasmagoría’, que dejará patidifusa a la chiquilinada y con la boca abierta a las personas mayores. Lo secundara su ‘Signora’, esa mujer muy blanca, de ojos muy grandes, como de besugo y de pelo de color de azafrán. Ahora están ocupados en levantar un barracón, retablo o escenario, en uno de los sitios que dan frente a la plaza”. “Se ve, además, por las puertas y balcones abiertos de las casas a no pocas damas y señoritas que se afanan en coser banderas de la Patria, que no dan poco trabajos con sus nueve listas y con su sol esplendente junto al asta. ¡Y gracias a que, por ley del 11 de julio, se habían reducido a nueve las listas del pabellón en lugar de las diecisiete de que constaba en el primitivo!”.