Paysandú, Miércoles 03 de Junio de 2009
Policiales | 03 Jun La Policía de Río Negro continúa trabajando en pos de esclarecer el brutal crimen de Sandra Custodio González, de 32 años, cuyo cadáver –con varios impactos de bala-- fuera encontrado el lunes por la mañana en su vivienda de la ciudad de Young. Los investigadores explotan “varias líneas”, pero la minuciosidad del asesino –borró todas sus huellas-- dificulta el trabajo de la Policía, aunque no se descarta que se haya tratado de alguien allegado a la víctima.
En una conferencia de prensa efectuada ayer en Fray Bentos, el jefe de Policía de Río Negro, inspector mayor (r) Juan Daniel Balbis, brindó nuevos detalles del curso de la investigación y de las características de la escena del crimen.
“La víctima fue encontrada en una habitación que oficiaba de dormitorio, de tres metros con veinte por tres setenta; y se encontraba tendida sobre la cama de matrimonio -una cama de dos plazas- en posición de cúbito dorsal, presentando diferentes heridas ocasionadas por arma de fuego”.
“A su vez su cuerpo se encontraba sin ropa”, detalló Balbis al describir la terrible escena descubierta el lunes en la finca de Avenida Zeballos y Baltasar Brum, cerca del ingreso norte de Young.
El jerarca recordó además que en la habitación “no había signos de violencia” y todo indica que “la persona, o las personas que ingresaron al inmueble conocían el mecanismo o la habitualidad de esa familia”.
Respecto al concubino de la víctima, quien descubrió el cadáver, Balbis dijo que éste “había ido a cazar junto a un grupo de amigos” en la zona de Paso de la Cruz y retornó el lunes por la mañana, encontrando la puerta abierta. “Cuando ingresa al dormitorio constata que su compañera se encontraba tapada con diferentes elementos, con sábana, frazada y él pensó que estaba dormida. En esa instancia es que la llama; porque se extraña que no había concurrido al trabajo --era administrativa de una metalúrgica-- y que no responde. De ahí entonces es que él descubre el rostro y se percata que esta señora estaba muerta”, añadió el jerarca.
La víctima –explicó-- había recibido “cinco disparos de arma calibre .22, presumiblemente un revólver, arma corta; no rifle. Uno de ellos en el pabellón auricular derecho, el otro en región frontal, el otro en hombro izquierdo y dos disparos efectuados en pierna derecha”.
El cuerpo no presentaba otros signos aparentes de lesiones, en tanto lo que llamó la atención de los investigadores fue –según Balbis-- “que había ropa, perfectamente doblada de la víctima”.
“No había sido tirada la ropa, sino que estaba doblada y también llama la atención que la escena del hecho trató de ser limpiada. Siempre que se produce este tipo de acometimientos con arma de fuego produce lo que en el ámbito policial conocemos como las ‘salpicas’, que generan un espacio de sangre en algunos lugares. En el lugar donde tenía mayor concentración de sangre era en el pabellón auricular”, añadió.
Nueva información extraoficial señala que la víctima mantenía una buena relación con su concubino y nadie de su entorno sabía que tuviesen “problemas sentimentales”. Un familiar entrevistado anoche por medios televisivos especuló con que el asesino emboscó a la dama cuando estaba a punto de ingresar a su vivienda y eso explicaría que la puerta permaneciese abierta. De todas formas por el momento no existen pistas claras que conduzan al autor de este terrible crimen.
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