Opinion | 03 Jun No caben dudas que el trabajo desempeñado por las cooperativas sociales de limpieza contratadas por la Intendencia de Paysandú ha sido altamente satisfactorio, al punto que como expresara el director general de Servicios, Ricardo Mello, “este año ni siquiera han aparecido críticas respecto al barrido otoñal”.
Sin embargo esto no significa que de tecnificarse la tarea, podría hacerse incluso mejor y en forma sostenida en el tiempo, lo que redundaría en una mejor gestión ambiental con mayor cobertura de la ciudad, sin necesidad de reducir la plantilla de trabajadores que en definitiva es lo que se pretende incentivar.
Una forma práctica y económica podría ser sustituyendo parte de los escobillones que usan los obreros por “sopladores” para concentrar todos los desperdicios que se encuentran tirados en la calle en un determinado punto, desde donde pueden ser juntados con palas y embolsados como se hace actualmente. Esto permitiría “barrer” no solo los espacios libres de la vereda y la calle, sino también debajo de los automóviles estacionados y otros obstáculos, e incluso provocar la caída de las hojas secas de los árboles con solo dirigir el chorro de aire a presión hacia la copa. La ventaja principal del sistema estriba en que la limpieza es más profunda y duradera, por cuanto se levanta no solo las hojas caídas sino las que están por caer, así como la tierra suelta y demás.
Si además se pudiera potenciar la tarea con la ayuda de barredoras mecánicas, se alcanzaría el máximo de eficiencia y eficacia, ya que el trabajo se reduciría a concentrar los residuos sobre el centro de la calzada, desde donde los levantaría la máquina pesada. Además, las barredoras modernas de pequeño porte pueden operarse incluso sobre veredas y explanadas como las interiores de las plazas. De esta forma se pueden limpiar más calles en menos tiempo, y esta tarea debería sostenerse durante todo el año en toda la ciudad, no solo en otoño. Por lo pronto, el gasto inicial en “sopladores” es prácticamente insignificante para el presupuesto municipal, por lo que bien podría darse un primer paso en este sentido brindando estas herramientas a las cooperativas sociales que desarrollan esta tarea.