Locales | 05 Jun El 28 de mayo este espacio cumplió sus dos años. Durante todo este tiempo EL TELEGRAFO ha recorrido la campaña a lo largo y ancho del departamento de Paysandú, pero ampliando fronteras ahora visitamos poblados de departamentos vecinos. Y la primera sensación es de angustia, al constatar que el proceso migratorio hacia otros conglomerados es muy fuerte. El vaciamiento del campo impacta y se da con inu-sitada velocidad. De un sitio a otro las historias se repiten y todas hablan de vacío: que allí se plantaba tal cultivo o se criaba tal tipo de ganado parecen frases extraídas de libros de historia de tierras ajenas a éstas.
Palmar Grande está habitado por nueve familias, constituidas por adultos mayores. La escuela 31 cerró este año sus puertas por no contar con alumnos. El camino vecinal que cruza el poblado dibuja una especie de ese y a medida que caminamos por el lugar podemos apreciar parte de un presente que alimenta desesperanza. La visita duró unos cuantos minutos, los suficientes para intentar entender que en otros tiempos el lugar cobijó e inspiró a vecinos que ya no están. Las cadenas y el candado en la portera de entrada del establecimiento escolar son contundentes y hasta nuevo aviso el edificio no volverá abrir sus puertas.