Paysandú, Lunes 08 de Junio de 2009
Locales | 07 Jun La aparición de cerca de cincuenta patos silvestres muertos, en el basurero municipal de San Javier, causó alarma, desazón, indignación, malestar. Integrantes de la comisión del área protegida de Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay manifestaron su preocupación, ya que sin dudas se trata de aves que fueron cazadas dentro del área y, por desafortunada coincidencia, arrojadas a pocos metros de un lugar utilizado como espacio para el avistamiento de aves y que, además, es un “dormidero” habitual.
Los encontraron en la calle
El hecho de que los patos fueran arrojados en el basurero municipal de San Javier en pleno día y las personas que los llevaron fácilmente identificadas, permitió a las autoridades establecer rápidamente la forma en que los restos llegaron al predio.
Quienes los arrojaron pertenecen a una familia en la que hay cazadores conocidos. Al ser indagados sobre el hecho, manifestaron que en una calle de las afueras del poblado, en las cercanías de las viviendas de Mevir, habían encontrado unas bolsas que contenían las aves. En todo momento sostuvieron que no tenían idea de quién o quiénes habían dejado el medio centenar de aves muertas.
Preocupación
EL TELEGRAFO dialogó con miembros de la comisión que, integrada en la Fundación Roslik, trabaja por el área protegida de los Esteros de Bellaco, la ingeniera agrónoma Marisa Lema Reyes, el técnico forestal Walter Erramuspe, Doris Barría y la profesora Nelly Chulak.
Oficiando de vocero del grupo, la docente menifestó que “se encontraron en el basurero municipal de San Javier 38 patos, más unos cuantos que estaban colgados en los eucaliptos, al fondo del predio. Se presume que hayan sido muertos por cazadores que en una oportunidad llegaron a San Javier o zonas aledañas, más que nada en el área protegida. Ahí aparecieron el patito brasilero, macá, y había también patitos canela desparramados dentro del basurero.”
Quienes los llevaron “eran cazadores que los encontraron en la zona próxima a San Javier. Tuvieron la intención de dárselos a los chanchos, pero como no los quisieron, los llevaron directamente en la mañana y los tiraron en el basurero. Gente que andaba en ese momento en la zona vio todos esos animales desparramados, pero a la vez había unos cuantos colgados en los eucaliptos que están al fondo del basurero. Del pescuecito estaban colgados ahí. Y esto puede significar dos cosas: que fueron chiquilines que lo hicieron con la intención de jugar o pudieron ser mayores con la intención de decir ‘quién es el que cuida el área y a ver cómo se va a proseguir más adelante’ o una burla, también”.
Sostuvo luego que “nosotros tenemos detrás del basurero un hermoso lugar, que es de avistamiento de aves y dormidero de los patitos. Pero evidentemente ahí no fueron matados, sino que fueron traídos de otro lugar y depositados ahí”.
Es frecuente
“Pero lo que más hay que destacar es que esto frecuentemente se hace en el departamento de Río Negro y en el mes de mayo. El año pasado, en el mismo mes hicieron lo mismo en Nuevo Berlín: una matanza de perdices, garzas, patos y eran bolsas de residuos del tipo de las de edificios, de color negro, llenas de esos animalitos. Y también los tiraron en el basurero”. “Tanto (Nuevo) Berlín como San Javier son las dos puertas del área protegida. Por eso, que se promueva este tipo de turismo, que realmente no es el más adecuado, nos indigna un poco. Además, no es un buen ejemplo de turismo sustentable lo que se pretende en las áreas protegidas. No está permitida la caza del pato brasilero y menos en esta zona”.
“Coincidentemente”, prosigue, “el día lunes --esto pasó el día viernes, sábado-- un chico de Tres Quintas se arrimó y me dijo: ‘Mire que a mi papá le ofrecieron un tanque lleno de palomas, patos y lo que venía ahí adentro para los chanchos y tampoco mi papá lo aceptó’. Por otra parte, unos vecinos de Farrapos dijeron que había balacera, que venía de un helicóptero y que la habían escuchado. Tenemos conocimiento de que la policía fue a la casa de algunos cazadores de la zona, porque inclusive fueron a mi casa a decirme que ellos no habían sido y que encontraron esa bolsa. Se disculparon por haber tenido la idea de tirarlos ellos, porque ellos fueron en el carrito y la moto, y los tiraron en pleno día. Y entonces fue cuando la gente los vio”.
Chulak se pregunta si “el Ministerio de Turismo no tiene algo que regule este tipo de actividad turística, sobre todo para extranjeros. Hay alguien que le está vendiendo un paquete a la gente, sobre todo a extranjeros. Se encargan de traerlos y llevarlos al lugar. Son varias empresas. Es un área muy vasta y hay muchos cazadores, inclusive nosotros tenemos conocimiento de que cruzan de Argentina, porque el Río Uruguay es muy angosto en algunos lugares”.
Son necesarias nuevas disposiciones
Corresponde establecer que desde el 1º de mayo al 15 de setiembre está permitida la caza de patos silvestres.
La cuota es de 15 ejemplares por día, incluyendo solo 2 ejemplares de pato picazo. Pero no está permitida en las lagunas José Ignacio y Garzón, de Rocha, Castillos y Negra, incluyendo sus cuencas. Sin embargo, nada hay dispuesto para las áreas protegidas. Esto hace suponer que quienes realizaron la matanza en los esteros hayan contado con la autorización correspondiente.
En realidad, al momento resulta prácticamente imposible vigilar adecuadamente una extensión superior a las 17.500 hectáreas.
Se espera que en pocos días se designen supervisores y guardaparques para la zona, aunque también sería necesario establecer una prohibición de caza en el área protegida, en beneficio de la conservación de las especies y a favor del tipo de turismo que se procura atraer.
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