OPINIONES

Locales | 07 Jun LA SOBERBIA ES
MALA CONSEJERA
El ministro Agazzi es el “mejor hombre” con que cuenta Mujica en el ámbito ganadero, principal riqueza del país. Analicemos sus últimas actuaciones. A principios de 2006, más precisamente en abril de ese año, este gobierno (con todo respeto) también tradicional como los anteriores, tiene su primera experiencia con una gran sequía, de la cual se acordarán muy bien el actual y el entonces ministro (hoy senador y precandidato a la Presidencia por su coalición).
Antes de referirnos a la actual situación de sequía y al desafortunado abordaje del ministro de la crisis forrajera, recodemos que fue él, actuando como subsecretario de dicho ministerio, quien tomara cartas en el asunto de la seca anterior. Con esta experiencia pasada, vaya si sabían con tiempo de situaciones similares, de cómo afrontar una segunda gran sequía. Lo que les faltó y le sigue faltando es humildad; no aprenden del pasado y de las experiencias que ellas les pudieron haber dejado.
La seca en Uruguay comenzó en setiembre pasado, pero pasaron 5 meses desde su inicio antes de que el ministro se subiera a un helicóptero para “visualizarla”, para luego de dar una vuelta formular con increíble “precisión”, un payasesco diagnóstico: que solo el 14,5 % estaba afectado por la seca. Por supuesto que le erró, ¡era el 100%! Tuvo que ir el propio presidente para comprobar que la seca existía, y ¡qué seca!
¡Qué patético accionar!
A partir de ahí, con una velocidad paquidérmica comienza a tomar medidas anti seca, como el hecho de que el gobierno traiga forrajes de la Argentina, acción que concreta luego de muchas semanas. Pero lo que trajo da para el consumo de 2 días de los tambos de la cuenca sur. Curiosamente ignoró una ley del año 1989, cuando hubo una gran seca que permitía a los particulares traer forraje, salteando los engorrosos y burocráticos procedimientos aduaneros.
Luego vino la asistencia financiera para los establecimientos intensivos, como tambos, granja, hortifruticultores, etcétera. Pero que resultó mal instrumentada y absolutamente insuficiente, al punto que actualmente todas las asociaciones están cuestionando con dureza la ineficacia de la ayuda.
Por último se agregó la caída del precio internacional de la leche, que sumado a la falta de forraje de verdeos no producidos durante el otoño y el gasto excesivo de concentrados, resultó en que la producción de leche promedio se hace a pérdida, de alrededor de $2 por litro.
Si a todo este desastre productivo, económico y financiero se le suma que el ministro además critica y pretende desacreditar a los productores, por no tomar “previsiones en tiempo y forma”, expresando que fueron indolentes, se completa el panorama de su desconocimiento y de su soberbia. Ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, ya que ostentan patéticos record de errores. A saber: sacar el IVA a las lentejas (no tenían IVA), sembrar con máquinas para arar tiradas por bueyes, prohibir a los pequeños productores las sociedades anónimas, que quedan sólo para multinacionales o grandes productores, fracaso de refinanciación del endeudamiento, desconocimiento del trabajo rural al limitar del tiempo de trabajo a 8 horas (no hay un solo patrón que no compense horas de más con descansos equitativos), ninguna prevención y ataque a la langosta, etcétera, etc. y muchos otros etcétera. ¡Han kirchnerizado su política agropecuaria!
Y para cerrar el capítulo de las incompetencias del ministro, ha cuestionado fuertemente y negado todo lo que el Congreso de la Federación Rural le ha advertido y prevenido de que va a suceder. En vez de tomar nota y tratar de encarar y resolver los nuevos cuestionamientos, haciendo gala del envanecimiento propio de este gobierno, descalifica la totalidad de los reclamos pero no con argumentos, datos o cifras, sino con etiquetas de “son de derecha” o “es un claro mensaje político”, pretendiendo desacreditar a la Federación Rural. “Maten al mensajero porque no nos gusta el mensaje”. O frente a una encuesta de una consultora (Teresa Herrera) contratada por la Federación, dice el ministro, muy suelto de cuerpo, que “no es objetiva ni responde a datos de la realidad”, sin esgrimir ni un solo argumento técnico.
Con la misma falta de información niega que hayan cerrado el 15% de los tambos.
No entraremos en el cúmulo de observaciones realizadas por la Federación Rural, a las cuales el ministro cuestionó ácidamente, porque no es el objeto de este artículo y sería muy largo su análisis.
Lo que queremos razonar con el lector es la forma irónica y poco sabia de reaccionar frente a los reclamos de una señera agrupación rural, cuyos antecedentes de trabajo gremial serio, de personas ilustres y realizaciones, hablan de su pasado glorioso, que ha confrontado en el plano de las ideas a muchos gobiernos, sea cual sea el color que revistiera, siempre dentro del respeto y la tolerancia del que piensa diferente.
Pero curiosamente al gobierno actual solo le sirven los gremios, que propician los paros, las huelgas, el desorden y el caos (admiradores del copamiento de Pando o la asonada del Filtro), las ocupaciones de propiedades ajenas (que debieron cerrar), amanuenses que le dicen sí a todo, a la falta de respeto a la Constitución y al Derecho, pero cuestiona con grosería y tosquedad a aquella que en forma totalmente democrática, pacífica y argumentativa está haciendo uso legítimo de su derecho y respetando la Constitución y la ley, al defender sus intereses, a sus familias y la viabilidad de sus explotaciones con firmeza pero con respeto. ¿Cuál es el pecado de opinar diferente? ¿Estamos o no en una democracia?
Por último, una reflexión para los productores y todos aquellos que creyeron en los cantos de sirena. Estamos comenzando un período de elecciones y de acuerdo a este panorama descripto, no creamos más en promesas, sino simplemente evaluemos lo actuado. Es la única forma de no equivocarse.
Si éste es el “mejor hombre de Mujica” imagínese el lector lo que será el futuro gobierno integrado por clones del ministro pero de inferior categoría. Imagínese un staff o equipo de gente de este nivel de incompetencia, intolerancia y enojo para quienes disientan con él.
¡Dios ilumine al elector! Aunque el marxismo no sepa quién es.
Ex productor rural C.I. 794.832-2