Locales | 11 Jun La seguridad de los taximetristas es uno de los temas que genera inquietud en los integrantes del sector en todo el país y Paysandú no es la excepción, pero a la vez tampoco es solución que este servicio deje de prestarse en horas nocturnas a determinados barrios con mayor delincuencia, debido a que se estaría acentuando la marginación en áreas residenciales “en las que también hay muchos trabajadores y personas honestas”, señaló a EL TELEGRAFO el dirigente Sergio Pereyra, secretario general del Sindicato del Taxi (Suatt), quien en las últimas horas se trasladó a Paysandú para reunirse con el sindicato (en formación ) de choferes de taxis de Paysandú. Manifestó el entrevistado que “hemos recibido la muy buena noticia de que acá en Paysandú se está conformando el sindicato del taxímetro, para que los trabajadores comiencen un proceso de organización en defensa de sus derechos y marcando un camino de regulación del trabajo de este sector”.
Apuntó Pereyra que “de esta forma se acompañan procesos similares en otros departamentos del país, más o menos avanzados, según el lugar de que se trate”, a la vez de señalar que “hemos constatado que buena parte de la problemática que se da en Paysandú también existe en Montevideo. Algunos aspectos han tenido solución, otros no, pero los problemas vinculados al taxímetro tienen un eje común en varias áreas, como es el caso de las condiciones de trabajo, problemas salariales, temas vinculados a la legislación laboral y un capítulo muy especial, que es el referido a la seguridad, que estamos conversando con los compañeros de Paysandú”.
El dirigente evaluó en este sentido que “en Montevideo acabamos de salir de un conflicto vinculado al tema, en el que estuvimos movilizados durante mucho tiempo y aquí hemos recibido la noticia publicada en el diario EL TELEGRAFO sobre un intento de rapiña a un trabajador, que sigue a hechos similares anteriores, por lo que ese tema ha formado parte de lo conversado en la reunión”.
Al señalársele que hay lugares muy peligrosos, a los que incluso los taximetristas se resisten a trasladarse en horas de la noche, indicó que “existe un problema vinculado a la seguridad, a la violencia, que es real, y que genera que el trabajador del taxímetro se sienta indefenso y desprotegido, y se niegue a ir a determinados lugares. Nosotros en Montevideo, como organización sindical, consideramos que no hay que marginar a los ya marginados”.
Consideró que “en los barrios populares, los barrios más empobrecidos, las villas, los cantegriles, los asentamientos irregulares, también viven trabajadores, vive gente honesta, vive gente joven que está día a día luchando por el sustento de su familia, que ya sufre marginación y no es correcto que esos trabajadores que en su mayoría también como nosotros viven en barrios pobres, estemos marginando a todo un barrio por una situación muy particular”. “De esta forma, estaríamos contribuyendo a profundizar la brecha de la exclusión”, enfatizó.