Rurales | 15 Jun La Asociación Rural del Uruguay (ARU) considera que a los productores sólo les queda “juntarse” para mejorar su poder de negociación, ya que las reglas que manejan la cadena cárnica son “perfectibles pero para las mejoras”. A comienzos de la presente semana, la Federación Rural no denunció a la industria cárnica por posición dominante en el mercado pese a sus afirmaciones al finalizar el 92° Congreso y el tema se cerró en el ámbito de Instituto Nacional de Carnes (INAC).
El presidente de la ARU, Manuel Lussich, explicó la posición de su gremial que no se mostró dispuesta a acompañar una denuncia de ese tenor. “Nuestra postura es bien sencilla. La Federación Rural había hecho en su comunicado final una serie de puntualizaciones sobre el mercado de la carne. Dentro de la Rural había distintas interpretaciones sobre si era o no una denuncia, pero no era un tema nuestro. Si la Federación Rural ratificaba la denuncia nosotros íbamos a acompañar la investigación, y si no lo hacía nosotros no teníamos motivos para plantear una denuncia”. Agregó que “estábamos supeditados a la decisión final de la Federación Rural y no podíamos tener ningún reparo en que se investigue nada”.
Recordó que la Asociación Rural, a partir de un reclamo de la gremial de Durazno, hizo un estudio sobre si había una posición oligopólica por parte del Grupo Marfrig. “La ley de defensa de la competencia dice que alguien tiene que denunciarse a sí mismo cuando tiene una posición dominante, cuando ostenta el 50% del mercado. La faena del Grupo Marfrig estaba en cuestión, hicimos un estudio y nos dio que fluctuaba entre un 27%. Es decir, la participación de Marfrig en el mercado estaba bastante lejos del 50% y de acuerdo con el informe de los asesores jurídicos de la Rural se constató que no había méritos para hacer una denuncia. Efectivamente no hay pruebas para hacer una denuncia, si la Asociación Rural tuviera pruebas para denunciar lo haría, no precisamos que el presidente de INAC interceda por nosotros”.
Por otra parte, Lussich defendió en diálogo con Observa, el actual sistema. “Está muy claro que cuando hay una seca como esta las condiciones las fija la industria, cuando la oferta cae las condiciones de precio, plazo y entregas se modifican. Tenemos 30 plantas frigoríficas y 30.000 productores, al estar tan atomizada la oferta de ganado la capacidad de negociación no es pareja, pero probablemente los productores tengamos que plantearnos más seriamente juntarnos, armar grupos para vender y tener más poder de negociación y poner condiciones a nuestro favor”. El titular de ARU sostiene que “el camino es ese y no hay que cambiar reglas de juego que con sus limitaciones vienen funcionando desde hace muchos años. No es el sistema perfecto pero no hay mejor sistema que este”.