HISTORIA: 1784

Locales | 16 Jun En su obra “Estampas Sanduceras”, editada en Montevideo en 1948, el historiador Baldomero M. Vidal S.D.B. relata un hecho registrado en los comienzos poblacionales de Paysandú.
Bajo el título “A boca de cañón”, escribe el Padre Vidal: “Estamos en las postrimerías del Siglo XVIII”.
“Sobre un albardón con caídas al Uruguay, próximo al que llaman Paso de Sandú, hay un mísero caserío de indios, que se dedican a las faenas del campo. Es el que Don Andrés de Oyárvide, ‘piloto de la Real Armada con ejercicio de geógrafo’, vio desde la mitad del río Uruguay cuando en 1796, lo recorrió en misión oficial de demarcación, y señaló con estas palabras: “Quedan al Este, sobre las lomadas de la orilla oriental del Uruguay unos ranchos de paja que es el pueblo o establecimiento de Paysandú, correspondiente al pueblo de Yapeyú, y es el último o más Sur de los indios de Misiones por esta margen”. “Pocos años antes, en 1763, el vecino de Buenos Aires, Don Francisco Martínez de Haedo, había solicitado en compra unos campos, que denunciaba como realengos, situados entre el Río Negro y el Arroyo homónimo en la Banda Oriental. Quería establecer una gran estancia en aquellos campos vírgenes, poblados de ganado cimarrón: la llamaría la ‘Estancia de la Rinconada’, por ocupar el rincón que hacen en su confluencia los ríos Uruguay y Negro. Pero, al proceder a la mensura le pareció poco a Don Francisco darle como límite por el Norte el arroyo Negro, y extendió sus pretensiones hasta las márgenes del Queguay”.
“Protestaron contra ello los Indios de Yapeyú, que desde tiempo atrás se hallaban en pacífica posesión de aquellos campos, y, sobre todo, del magnífico puerto natural del Paso de Sandú, por donde embarcaban los productos de sus faenas y recibían las mercaderías destinadas al establecimiento de Yapeyú”.