Locales | 15 Jun Cerca de un centenar de representantes de organizaciones sociales o grupos humanos comprometidos con su medio en temas de infancia, adolescencia, tercera edad y discapacidad participaron del octavo congreso de organizaciones sociales de Paysandú.
En esta oportunidad, como cada mayo hace ocho años, la red de organizaciones sociales propone un aspecto a analizar: en 2009 correspondió a “Consolidando vínculos institucionales en políticas sociales. Opinión de las ONG de su relacionamiento con el Estado”.
Como suele ocurrir en estas reuniones, se recibió un informe de una investigación realizada por la Facultad de Ciencias sociales, que versaba sobre el título del congreso. Y ese fue el disparador de buena parte del debate que se dio posteriormente, en el que participaron también los representantes de distintas oficinas estatales que generalmente tienen mucho que ver con las organizaciones o grupos que se da la sociedad.
DE TODO TIPO Y CALIBRE
La discusión, de parte de la cual fue testigo EL TELEGRAFO, resultó interesante para intentar ubicar a quienes trabajan honorariamente en distintos grupos sociales en la realidad que se encuentran cuando trabajan con dependencias del Estado uruguayo.
Es que en nuestra sociedad no suelen existir las formas organizativas que se supone --o se espera-- debe haber. No son organizaciones siempre formalmente establecidas, con numerosa participación o al menos con los mismos protagonistas. “Las hay muy organizadas y otras que lo que tienen son muchas ganas de hacer”, definió una de las participantes. Pero esta misma característica tiene su contracara, que también se dijo. “Hay oportunidades (que da el Estado u otras organizaciones) que se pierden porque no hay quien las atienda o las solicite”, se escuchó.
También influye en esto que “a veces los programas sociales del Estado son muy rígidos, piden por ejemplo determinada población afectada y así dejan a la zona rural afuera de esos planes”. Y esto es importante, dado el número de representantes de varias ONG del Interior sanducero que sienten ese problema, pues hay --según se manejó en el congreso-- 2.300 familias poblando el interior rural.
INFORmarse y capacitarse
Entre los elementos que se manejaron como necesarios para mejorar esa situación, estuvo que “hay que mirarse hacia adentro de cada organización, informarse, capacitarse para tomar las decisiones más libremente”. También se entendió que con esto se podrá trabajar más “para incentivar los vínculos entre las organizaciones sociales y el Estado”.
Sin embargo, en el análisis se vio también que “falta organización horizontal, entre las propias ONG para solucionar problemas comunes”, lo que quedó como una necesidad a solucionar este año para aprovechar más y mejor las oportunidades.
Pero también se analizó --y fue autocrítica-- la necesidad de incluir en esas organizaciones sociales a los más jóvenes así como a los propios protagonistas del trabajo de esos grupos, como los adolescentes, discapacitados o personas en la tercera edad para que ellos mismos también formen parte de las ONG que los apoyan.
En cuanto al trabajo de las mismas organizaciones, se entendió que en muchos casos “hay que diagnosticar más y mejor los problemas reales que hay en cada territorio”, como una forma de llegar mejor con las soluciones o de encarar de otra manera las formas de tratar esos problemas.
EL Estado escuchó
En el encuentro, que duró toda la tarde del sábado, participaron además de los integrantes de las organizaciones sociales nucleadas en la red sanducera un número importante de representantes del Estado, fundamentalmente de quienes tienen mayores responsabilidades sociales. Así, había directores, coordinadores y jefes de oficinas como el Instituto del niño y el adolescente de Uruguay (INAU); el Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha” (HEL); la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE); el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Además de estar presentes, algunos participaron en el debate puntualizando algunos aspectos de esa relación con las ONG.